Concejales del Frente Renovador de Junín denunciaron que la planta depuradora de líquidos cloacales de la ciudad se encuentra parada desde hace meses y que por ese motivo vuelca al río Salado todos los desechos domiciliarios sin ningún tipo de tratamiento.

Al respecto, la concejala Carolina Echeverría explicó que «productores agropecuarios que se encuentran río abajo del Carpincho nos comentaron que hay días en los que fuertes olores se sienten en las cercanías del río salado. Y por eso motivo visitamos la Planta Depuradora de Líquidos Cloacales y allí tomamos conocimiento del mal estado de mantenimiento y que, directamente, no funciona desde hace bastante tiempo. Lo cual es una gran preocupación por las consecuencias ambientales negativas que se están generando».

Además señaló que «nos sorprendió que hace un tiempo el Municipio había anunciado un contrato por 5 o 6 millones de pesos para hacer un diagnóstico de la planta y ahora nos encontramos con que la planta está totalmente parada. No hay información sobre lo que ha sucedido con esos millones de pesos que se pagaron».

Por su parte, su par Natalia Donati manifestó que «seguramente en estos días vamos a estar convocando a los responsables de Obras Sanitarias y de Obras Públicas para que expliquen cuál es la real situación de la planta. Qué sucedió con aquella inversión que se había anunciado, cuáles son los resultados de los análisis del agua que el municipio hace para confirmar que no se está contaminando, cuándo se piensa a poner en funcionamiento, qué arreglos se van a hacer y muchos otros interrogantes que tenemos».

«Lo que nosotros pudimos ver es que la planta está fuera de funcionamiento y que los líquidos pasan directo hacia el río. Por lo tanto, extrajimos muestras de los líquidos que se vuelcan al río y los mandamos a analizar a un laboratorio de mucho prestigio en nuestra ciudad», relató.

Mientras tanto, el edil Patricio Fay contó que «como corresponde, el personal de Obras Sanitarias que se encontraba en la Planta Depuradora notificó a su jefe de nuestra presencia allí. Lo raro fue el llamado que recibí de Covini, que por momentos sonaba amenazante. No se entiende tanta desesperación del funcionario. Le dije que si él estaba haciendo las cosas bien no tenía por qué preocuparse y que, nosotros, como concejales, tenemos el derecho y la obligación de controlar para proteger la salud de los ciudadanos. Los concejales tenemos derecho a ingresar a cualquier dependencia municipal. Por derecho y por historia en Junín siempre fue así. No sabemos por qué Covini, o sus superiores, quieren ahora prohibir este derecho republicano que nos asiste».

«Al momento de asumir la gestión Pablo Petrecca la planta funcionaba de manera correcta, en todas sus fases. Nos preocupa el por qué, en tan poco tiempo, dejó de funcionar a pesar de la cantidad de recursos económicos de los que dispone el municipio», finalizó.

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