Hoy por la tarde se desarrollará el acto en el que oficialmente se le impondrá el nombre de Rául Alfonsín, quitando el de Cristóbal Colón.

Ya el viernes, personal municipal reemplazó los letreros de los nomencladores y pintó los cordones con los correspondientes colores blanco y amarillo. Esto último tomó por sorpresa a los vecinos, uno de los cuales envió una foto a La Posta y comentó: «Si solo pintan los cordones de las calles con nombre radical, que a mi calle le pongan Mauricio Macri, capaz que también le agregan luces ajajaj».

Desde primera hora de hoy domingo, la primer cuadra de la ex-avenida Colón permanece cortada, y lo hará hasta que culmine el acto, que comenzará a las 17.00 horas.

Avenida Arenales con los cordones sin pintar

Allí se dispuso un gran escenario y una buena cantidad de sillas que esperan al público. Detrás del escenario, la avenida Arenales luce como siempre, con los cordones sin pintar.

La imposición de nombre se hará en homenaje al primer presidente tras la recuperación de la democracia, Raúl Alfonsín, quien ganó las elecciones en 1983 para asumir con una gran legitimidad, pasando luego a tener una enorme trascendencia en la historia de la consolidación democrática por llevar adelante el Juicio a las Juntas Militares.

El cambio de nombre fue a instancias de un proyecto impulsado por la Juventud Radical, y fue aprobado sólo por el bloque de Cambiemos, ya que la queja de un grupo de vecinos por los trastornos que acarrearía el cambio de denominación le restó el apoyo de Unidad Ciudadana y el bloque del PJ. Cambiemos, con su mayoría en el Concejo aprobó igual el cambio.

Así y todo, para el radicalismo la figura de Alfonsín, que homenajearán esta tarde, no deja de tener contradicciones. Por ejemplo, en una publicación por el Día de la Memoria, la UCR de Chacabuco señaló a la políticas de derechos humanos como un «curro», declaraciones que difícilmente se puedan atribuir al pensamiento del ya fallecido Raúl Alfonsín.

Hoy se cumplen 10 años de su fallecimiento. El último, y prácticamente único reconocimiento que recibió Alfonsín antes de su muerte fue el realizado en la Casa Rosada durante la presidencia de Cristina Fernández, al que asistió de buen gusto no por avalar el gobierno de los Kirchner, sino porque otra característica de su personalidad fue la de apoyar lo bueno y criticar lo malo, independientemente de quien gobierne.

Nota relacionada en la edición de este domingo:

[OPINIÓN por Juan Manuel Blaiotta: «El radicalismo y la memoria: Recuerdos que mienten un poco»]