Se conoce como Semana Trágica a los hechos sucedidos en la semana comprendida entre el 7 y el 14 de enero de 1919, durante la primer presidencia del radical Hipólito Yrigoyen. Los hechos comenzaron con una huelga que fue reprimida en los talleres de Pedro Vasena e Hijos terminó, por la solidaridad de las organizaciones obreras, en una revuelta generalizada que dejó a la sociedad porteña inmersa en un clima de confusión ante los fuertes enfrentamientos callejeros.

Las elevadas cifras de muertos, heridos y detenidos dan cuenta de las características de los hechos. Quienes los vivieron recuerdan a una Buenos Aires en llamas con el aspecto propio de una revolución. Tranvías dados vueltas, parques destruidos, barricadas en cada esquina, calles intransitables y la ferocidad con la que la policía reprimió a los obreros incluso durante el propio entierro de algunos trabajadores.

La Posta pidió al profesor de Historia Roberto «Tito» Antonini que nos explique de qué se trató y cuál fue la importancia de aquel suceso en la convulsionada historia argentina de comienzos del siglo XX.