El viernes pasado el presidente de la Nación publicó el aumento que habrá para las jubilaciones, pensiones y Asignación Universal por Hijo.

La actualización de haberes se realizó mediante un decreto en virtud de la ley de Solidaridad Social y Emergencia Productiva aprobada en diciembre pasado como una forma de transición hasta que el presidente envíe un nuevo proyecto de ley que fije otro cálculo de movilidad.

De esta manera, el incremento a la mínima será del 13% pero para la más alta será de 3,75%. El anuncio tiene como objetivo apuntar a que haya un achatamiento de la pirámide entre los que menos cobran y los que más lo hacen, por ello el aumento no es para todos iguales.

Esto encendió la crítica de la oposición que consideró una injusticia lo que sucede. Desde la ANSES contestó el titular, Alejandro Vanoli, recordando el estado del país en el cambio de gobierno: «En un país devastado, prácticamente en default y un sistema previsional vaciado, hay que empezar por los de abajo, los más vulnerables. Los jubilados de la mínima son la prioridad«.

El gobierno planea de esta manera que los haberes recuperen capacidad de compra luego del periodo macrista. Un análisis del CEPA dejó claro la pérdida para los jubilados durante los últimos 4 años.

Para aplicar este criterio de un mayor aumento a la mínima que a las jubilaciones mayores, el gobierno otorgó un aumento del 13% para los jubilados de la mínima, y para el resto una suma fija de $1500 más un aumento del 2,3% equivalente la inflación de enero.

El aumento promedio rondó el 10% y esto se agrega a los dos bonos de $5000 que otorgó el gobierno a quienes cobran la mínima, una medida que colaboró en compensar la pérdida de poder adquisitivo en un sector tan delicado como el caso de los jubilados y las AUH.

Desde la oposición y los medios con mayor poder comunicativo rápidamente se montó una campaña de descrédito a la medida al señalarla como un ajuste. Desde un punto de vista técnico esa interpretación no tiene razón de ser y fue descartada por los especialistas.

Ante ello, el presidente Alberto Fernández no hizo esperar su reacción y publicó en Twitter:

Otra buena novedad para los jubilados fue que nuevamente habrá un conjunto de medicamentos gratuitos, por lo que deberán destinar menos ingresos a salud y, por tanto aliviará notablemente el bolsillo.