Para quien ya vio «Alicia en el país…» seguramente encontrará en esta (especie de segunda parte) de Alicia más de uno de los encantos de la primera, dirigida por Tim Burton.
Si bien en esta oportunidad el propio Burton trabajó en la película (es productor del largometraje), la dirección recayó en James Bobim, conocido por ser el director de la mayoría de los largometrajes de los Muppets. Esa diferencia, claramente se hará sentir en el film, pero no por ello le restará encanto y originalidad. La película, de todas formas, tiene un gran atractivo fílmico aportado por su director.
El argumento del film, es así también, bastante original, ya que la historia que aquí se cuenta no está en el relato original de Alicia, es una adaptación libre de la guionista Linda Woolverton (El Rey León), lo que explica, en gran parte, el uso por ejemplo de recursos tecnológicos ficcionales como la máquina del tiempo que aparece en el film.
El argumento es bastante sencillo: los integrantes del reino de inframundo (el país de las maravillas) convocan a Alicia (que se dedica ahora a navegar los mares como capitana de un barco) para que a través de un espejo pase al reino de las maravillas y vuelva a ayudar al sombrerero (Jhonny Depp) a salir de la situación en que se encuentra.
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El problema es clásico: el sombrerero quiere recuperar a su familia que se daba por muerta debido a las maléficas tramas de la Reina Roja. Es así que Alicia es tentada por la Princesa Blanca (Anne Hathaway) para utilizar la máquina del tiempo que posee el relojero.
El relojero (Tiempo) será una de las más impresionantes creaciones del film, en sí mismo, es la mayor idea que se encuentra en el desarrollo de la trama. No era para menos, ya que quien encarna el papel de Tiempo es Sacha Baron Cohen, nada menos que el protagonista de Borat, Bruno y la más reciente El Dictador. Sólo con ello el espectador debe estar conforme, pues éste no es un actor fácil de convocar.
Y allí estará la originalidad del film: cuando parece que todo se encamina al tradicional viaje en el tiempo, ese viaje tendrá características especiales que hará que el argumento del film (por fin) se vuelva entretenido saliendo de algunos lugares comunes que (más quienes aún vieron la primera de la saga) podrían pasar por entendidos.
En tanto que lo llamativo es que Depp, que hasta el momento había encarnado un personaje central, ahora aparece en la gran pantalla lastimosamente, sin ninguna gracia, ni siquiera cuando finalmente logra recuperarse de su dolor, gracias a la arrojada Alicia. El personaje parecería ser otro, ya que está imbuido de una exagerada desilusión por el dolor de haber perdido a su familia, que le quita todo el encanto y la centralidad que había caracterizado al “excéntrico” sombrerero.
El resto de los personajes se convierten en laterales, pero la mayor originalidad del film es hacer del enfrentamiento entre las hermanas Reina Blanca y Reina Roja el hilo conductor. La explicación de ese enfrentamiento además de ser plausible es impecable, pues logra armonizar con el sentido del film y con el sentido de la historia.
Por tanto, es una película para ver y recomendar. Atrapante, delirante, con efectos especiales (aunque muy subidos) excelentes, con una historia original, muy difícil de lograr en continuaciones o segundas partes de otro film. Para criticar, fundamentalmente, la extensión (casi dos horas) que si bien no te despegás de la silla, la historia hubiera ameritado un desarrollo menor. Otro punto débil es, como ya dijimos, Depp, pero aún más el doblaje de su voz (en la versión castellano) que desentona del resto de los personajes, pero aún más del propio actor.
En fin: recomendada para ver y recomendar a otros verla. Expectativas satisfechas.
