Miles de mujeres se congregaron este miércoles en la Plaza de Mayo para reclamar por el fin de la violencia de género y los femicidios y coronar una jornada histórica que arrancó con el primer paro nacional de mujeres de la Argentina y del continente.

La represión en el 31º Encuentro Nacional de Mujeres de Rosario y el caso de la joven marplatense Lucía Pérez, fueron la gota que rebalsó el vaso y el puntapié inicial de esta tercera convocatoria, que reunió -según los organizadores- a más de 100.000 personas.

Las consignas «Ni Una Menos» y «Vivas Nos Queremos» se hicieron escuchar con fuerza en una plaza colmada de mujeres vestidas de negro. El único color de la tarde lo aportaron los miles de paraguas que cubrieron a la multitud de una incesante lluvia, que no logró apagar los gritos de justicia y los reclamos hacia el poder político.

La movilización fue organizada por el colectivo Ni Una Menos y por otras 50 agrupaciones sociales y sindicales feministas que consensuaron un documento que fue leído hacia el final de la jornada.

«Nosotras paramos, paramos contra los femicidios que son el punto más alto de una trama de violencia, explotación y crueldades que anulan las formas más diversas de autonomía y vitalidad femenina. Paramos contra la política retrógrada, paramos tomando la iniciativa y mostrando capacidad de reacción en una guerra contra las mujeres», se escuchó decir a una de las organizadoras desde el escenario montado a la altura de la Pirámide de Mayo.

«Nos movilizamos y nos autodefendemos. Estamos viviendo una temporada de caza y el neoliberalismo prueba su fuerza contra nuestros cuerpos. En cada ciudad y en cada rincón del mundo, no estamos a salvo», fue otro de los fragmentos leídos, entre los gritos de las miles de mujeres del público, que vivaron cada uno de los aciertos del documento.

Al término del acto, Florencia Alcaraz, miembro de Ni Una Menos, expresó: «Estamos muy contentas porque a pesar del día la marcha fue masiva. En menos de una semana, pudimos organizar el paro y la movilización que se convirtió en una respuesta inmediata, multitudinaria y pacífica a los cientos de casos de violencia de género que se suceden día a día».

FUENTE: Ámbito.com