“Aguanten. Ya viene el rock and roll. Está noche tenemos de todo”. La frase de Andrés Ciro Martínez llegó después de los primeros temas: Canción de cuna y Hoy te vas, dedicados a su hija, baladas apacibles ante un mar de banderas agitadas en el campo. Y esa frase puede ser un intento de explicación del espíritu del show que ofreció la banda Ciro y Los Persas el sábado en el estadio de Vélez Sarsfield.
En un recital de poco más de tres horas, el grupo tocó casi todos los temas de su último disco Naranja Persa, además de una larga lista de canciones de la banda y de Los Piojos. Un repaso de casi tres décadas de historia.
“Muchas gracias por tantos años. Este tema que pasó me lo pidió mi hija Katja. Así nació Canción de cuna. Ella ahora está trabajando en Disney. Esta otra canción nació sola”, dijo sobre Hoy te vas, que habla sobre la partida de su nena a tierras lejanas.
Ciro y sus persas pasaron de la melancolía del padre a la gran fiesta en un solo paso con Ruleta. El histórico integrante de Los Piojos, Miguel Ángel Rodríguez, fue el invitado elegido, mientras en las pantallas gigantes se mostraban naipes y desde un campo repleto bajaban aplausos para uno de los tantos hits de la noche.
Ciro no mintió cuando prometió diversidad para el show del sábado. No sólo se refería al blues, el funk, el rock and roll y las baladas con armónica en la lista de temas. También a los matices de su banda, potenciada con los vientos, las voces del coro y, claro, la voz del frontman.
Lentamente, la banda comenzó a sembrar el estadio Amalfitani de hits históricos y recientes. Antes y después despertó uno de los grandes pogos de la noche, al igual que Farolito, El balneario de los doctores crotos y Muévelo. El riff de la armónica de Pistolas provocó el delirio contagioso en el césped.
La noche también tuvo lugar para pequeñas sutilezas. Una de ellas fue el exquisito bajo de João Marcos Cezar Bastos en Servidor, con un gran swing en el slap y un fondo brillante de bronces. “Qué bien toca. Hasta parece negro”, bromeó Ciro sobre el brasileño.
El cantante mostró una vez más su versatilidad no sólo para ser blusero en el Blues de la ventana y hasta jugar con viñetas de folclore con un fragmento a capela de Juana Azurduy. Además de ser una de las voces más personales del rock argentino, Ciro nunca deja de lado su rol de performer; es alguien capaz de jugar a “esta gilada” del Mannequin Challenge con gracia y quedar bien parado o proponer una pequeña pieza teatral de marionetas gigantes en el escenario. También puede improvisar una canción, a partir de las banderas de sus fanáticos.
Astros y Noche de hoy marcaron el final del show, con los coros y bronces a pleno. Casi a la una de la mañana, cuando el público ya se iba, comenzó a sonar la armónica con las notas del himno. Había fuerza para otro pogo bajo el cielo límpido de Liniers. “Esta noche habrá de todo”, prometió Ciro. Y así fue.
Fuente: Clarín