(Publicación Pedida)

Crónica de algo que debió ser una fiesta:

Sábado 7 am.  Salimos pensando llegar temprano, unas 100 personas distribuidas en 2 combis y 1 colectivo. Gente de todas las edades, buena gente, conocidos o no, buena onda .Con ganas de disfrutar, de cuidarse, de no poner en riesgo su vida y la de los demás. Compartimos tragos, comida, historias y risas. Un viaje eterno, llegando a Olavarría 3 horas a paso de hombre. Una multitud, autos, combis, colectivos de todos lados al costado del camino. Llegamos a las 17 horas y caminamos 2 horas más. Algo de 10 km hasta la colmena. Siguiendo a la gente, sin señales, sin controles sin presencia policial. Mucha gente, muchos puestos de cerveza, choripán en el medio al costado arriba y abajo. De pronto caos peleas corridas golpes por un puesto volaban latas de cervezas  alguien vio un cuchillo .Nos alejamos. Pasaron 2 policías asustados, algunos los palmeaban, se reían (no quisiera estar en su piel). Seguimos caminado. Ofrecían entradas buenas y no, a $ 800 las buenas y a $100 las fotocopias total ya sabían que se entraba igual. Vueltas y contra vueltas para entrar, no había camino, no había señales, solo seguir la masa de gente. Llegamos al predio 20:30, a los controles, no nos cortaron la entrada, no nos cachearon, pasamos con las  mochilas. Mucha gente, fuimos avanzando y nos ubicamos al lado de la torre 1 a la izquierda  y un poco más atrás del lugar del pogo más grande del mundo , no era lo nuestro pero no queríamos estar lejos . Comienza el show cerca de las 22:00, 4 temas creo que se entrecortan por los pedidos del Indio que asistan a los borrachitos, «hay algún desmayado ahí » ¡defensa civil, rápido vamos! (ya la voz no era la misma, algo pasaba) de pronto otra vez otra voz desespera pidiendo 2 metros atrás por favor  lo hacemos, algo pasaba, pero nunca imagine lo peor. Siguió el show, temas más tranquilos, se prendían las luces entre cada tema. Ya no era un buen recital para mí. Solo eso esperar jijiji y salir y llego 8 minutos de disfrute , de liberación , de adrenérgica alegría , a lo que fuimos 300000 sin medir consecuencias , los malos , los buenos , los más o menos .Y termino , se prendieron las luces , tardamos 30 min en salir del predio , amuchados a paso de hombre , frenando a los que empujaban de atrás . Con la sensación de que tropezar hubiera sido muy peligroso, arrastrados por la marea humana, sin norte. Por algún lugareño quizás, nos guiaba. 10 km de caminata al micro: choripán y cerveza de consuelo. Dispersos, agarrados de las mochilas para no perdernos. Llegamos al micro y la sospecha realidad 7 muertos, un niño de 5 años incluido informaban los medios. Bajón, al asiento y a dormir. Me desperté 6:30 y estábamos ahí .Por suerte nuestro micro no salió hasta que no hubiera subido el ultimo pasajero. Llegamos a las 13 horas a Chaca y la tv bombardeando noticias: que si el Indio, que si el intendente, que si los inadaptados de siempre. Todos tenemos que ver en esto , el rock más que música  movimiento cultural que me pega en el pecho , que me cuenta de mi barrio , de mi gente , de mi país , mis amores y desamores, la pifio mal de nuevo . Era la oportunidad de hacer algo grande,  algo bien, ahora atajarse lo que viene dijo Juanchi Baleiron de los pericos. El Indio: que decir discurso boliche y vida capitalista, bajando línea, preocupado por los 300 nietos no reaparecidos, por la edad de imputabilidad de los menores ( te olvidaste de cuidar tus pibes, letras de reviente, me lleno de plata y te cuido puaj!) Los funcionarios esperaban 170000 y se sabía que venían más de 300, aneuronados, deshumanizados. Los que agitan y quieren romper todo, como si el rock fuera eso y yo que fui a divertirme y puse en riesgo mi vida y así también la tranquilidad de mis afectos por el placer personal efímero de una canción . El rock perdió el changüí  que después de Cromañón se le dio y el dolor de la familia de los que quedaron

Vivir solo cuesta vida, pero eso no me basta.

Dr. Martín Sebastián Cappello