En declaraciones al diario «De Hoy», publicado el domingo 19 de marzo, el diputado provincial Marcelo Daletto se refirió a varios temas entre ellos a la situación actual de los docentes en la provincia.
El legislador vincula a la cantidad de días de paros con la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner y en que estamos en un año electoral. Además critica a los referentes gremialistas, haciendo un fuerte hincapié en el líder de SUTEBA, Roberto Baradel.
– Las protestas y las manifestaciones en las calles, ¿han hecho complicadas estas dos semanas para Mauricio Macri y Maria Eugenia Vidal?
Es una época del año que tiene mucha conflictividad. Lo importante es que tengamos en cuenta a qué se debe esa conflictividad. Si uno ve la historia de los paros en la provincia de Buenos Aires por parte de (Roberto) Baradel, se puede observar que hay un patrón común, hay una matriz: este dirigente está recibiendo órdenes de Cristina Fernández. En el 2014 hacía paro cuando Cristina Fernández estaba enfrentada con (Daniel) Scioli, y en 2015, cuando arregló con Scioli, no le hizo paro. En esta crisis que tenemos, todos sabemos que si se les hubiera dado lo que ellos pedían, como en todo reclamo se pide más de lo que se pretende, también hubiera habido paros. Ellos no iban a permitir que hubiera tranquilidad en la provincia de Buenos Aires este año electoral, en el que el kirchnerismo quiere salir a pelear la elección como lo está haciendo Cristina Fernández en la provincia de Buenos Aires. Por eso, nosotros queremos hacer hincapié que para la educación, lo más importante son los alumnos. Por eso queremos premiar el presentismo, evaluar a los docentes, que se eduque cada vez mejor en la provincia de Buenos Aires, porque el fin son los chicos. También queremos que los maestros ganen de la mejor manera posible, mejor que otros empleados públicos, pero dentro de lo que se puede pagar.
-Hay docentes que han votado a Cambiemos y están muy molestos con las expresiones de la Gobernadora sobre los docentes, ¿Qué opina de eso?
Desde Cambiemos no sólo tenemos un gran respeto por todos los docentes sino que nuestras familias pertenecen en su mayoría a ese gremio. Repito, queremos que los docentes ganen bien, y lo hemos demostrado en el 2016, en nuestro primer año de gobierno, los docentes tuvieron un ingreso 2 puntos por encima de la inflación. Queremos que no pierdan poder adquisitivo e inclusive que lo vayan recuperando, como lo hicieron, un poco, en el 2016. Lo que pasa es que a los docentes, a los empleados públicos, a las empresas que hacen obras públicas no le pagamos dinero nuestro, les pagamos con dinero de los contribuyentes. Los contribuyentes no tienen más dinero para pagar. A pesar de todo esto, a los docentes se les paga el mejor sueldo que puede pagar la Provincia y el mejor aumento. Nosotros diferenciamos la actitud de algunos gremialistas con la del resto de ellos. En su mayoría tienen una actitud positiva, y mucho más, diferenciamos la actitud de esos gremialistas con la de los docentes.
-¿Cómo ve la situación con un paro nacional ya declarado y la continuidad del conflicto docente en la Provincia?
Sabíamos que el 2017 iba a tener este nivel de conflictividad. Lo que no quiere decir es que a pesar de lo que uno ve en los medios, que no sigamos apostando al diálogo para solucionar estos problemas y con una característica: siempre decir la verdad. El presupuesto de la Provincia es público, todos lo pueden ver. Cada punto de aumento para los empleados de la provincia son 2.000 millones de pesos. Los fondos que van a los municipios para obras son 8.500 millones. Cuando uno habla de 1,5 de aumento, está hablando prácticamente de toda la obra pública que tienen los municipios. Estamos dispuestos a discutir con todos los sectores, inclusive con la oposición, que le dio un presupuesto a la gobernadora para poder dar este aumento. Con todo gusto, si los contribuyentes de la provincia de Buenos Aires pudieran pagar más, que no pueden, podríamos hablar de aumentos mucho más grandes que los que estamos proponiendo. Se trata de un aumento que no está nunca por debajo de la inflación para que no pierdan poder adquisitivo ni los docentes ni los empleados públicos.