Luego del partido del domingo, el plantel de Racing Club intentaba volver a la capital argentina en un vuelo de un avión a hélice.

 

Mientras el avión despegaba uno de los integrantes del plantel filmaba la maniobra, en ese momento sintieron un ruido y la puerta principal se abrió, fue entonces cuando comenzaron los gritos y el piloto detuvo la aeronave para solucionar el inconveniente.

Fue sólo un susto, pero podría haber sido una tragedia.