Según surge de un estudio del Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA) de la UCA seis millones de personas padecen las condiciones del hambre prodcuto del deterioro de los niveles de vida.
No obstante aclararon, que no quiere decir que las personas que padecen hambre pudieron cubrir esa necesidad mediante la asistencia que dan los comedores o la propia Iglesia.
El informe buscó medir el nivel de la pobreza estructural más allá de los ingresos a partir de siete indicadores: seguridad alimentaria, cobertura de salud, servicios básicos como conexión a la red de agua corriente, vivienda digna, recursos educativos, afiliación al sistema de seguridad social, y acceso a las comunicaciones y a la información.
Asimismo pese a la mejora en los ingresos, las condiciones estructurales de la pobreza aumentaron señala el adelanto del informe.