Durante el año pasado los vecinos de la localidad bonaerense de Ignacio Correa comenzaron a denunciar la ausencia de sus perros. Esta situación se fue agravando a medida que iban apareciendo los canes muertos.
En total fueron contados alrededor de 200 perros, por lo que la policía inició una investigación que derivó en la captura de un sospechoso que sería el autor de la matanza.
En la morada donde se detuvo al sospechoso se secuestraron cinco escopetas, varias municiones y cartuchos, tanto percutados como intactos, además de una gran cantidad de sustancias químicas tóxicas halladas en bidones.
Según contaron al Diario Crónica, el sospechoso es un agricultor de la zona y el interés de la policía era determinar qué lo llevó a hacer semejante hecho.