Hoy se cumplen 3 años de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa. Para conmemorar el fatídico hecho, ayer en Politikón se entrevistó a Martín Acevedo, docente actualmente radicado en Chacabuco, y que desde el primer momento ha buscado mantener viva la memoria de lo sucedido en Ayotzinapa. Acevedo nació en México y vivió en carne propia la violencia cotidiana que el país vive a causa del narcotráfico organizado y la colaboración del gobierno con los cárteles.

LA DESAPARICIÓN DE LOS 43

Acevedo explicó que los estudiantes de Ayotzinapa concurrían a conmemorar la matanza estudiantil de Tlatelolco, sucedida el 2 de octubre de 1968. Aquel suceso «fue una tragedia terrible donde cientos de estudiantes fueron masacrados por el gobierno. Inclusive hay filmaciones de esto y nunca se dieron los números finales de la infinidad de estudiantes que hasta el día de hoy siguen desaparecidos».

«Estos estudiantes de esta escuela rural (de Ayotzinapa) se dirigían una semana antes a la ciudad de México. Previo a esto se trasladan desde Ayotzinapa a Iguala, donde está la estación de autobuses. Algo que ha sido siempre muy común en México, es que estudiantes cada tanto tomen autobuses. No es que se lo roban, si no los toman prestados para trasladarse ante el poco respaldo que tienen de parte del gobierno. Entonces ellos tomaban los autobuses y se trasladaban hasta la ciudad de México».

Acevedo contó que el actual gobierno mexicano del PRI (Partido Revolucionario Institucional) tiene numerosos antecedentes de represión y que la desconfianza al gobierno de Peña Nieto se vio «agravada por la asociación que ha demostrado el gobierno con los carteles de la droga que están infestando a México desde hace varios años. Entonces cuando encuentras un Estado que está coludido con el crimen organizado, y que en ciertas sectores de México es prácticamente imposible realizar algo sin la aprobación de éstos carteles, pues resulta muy difícil que ciertas cosas  que se hacían antes en México pudieran continuar haciéndose. Además el mismo gobierno lo utilizó (al crimen organizado) como su brazo armado, para evitar, para poder lavarse las manos y decir bueno esto fue hecho por el crimen organizado y no por el estado«.

De manera que en ese contexto, y habiendo tomado un autobús, los estudiantes «son interceptados por la policía local y ahí tienes: la policía municipal, tienes policía federal y ademas la policía militar porque hay una base militar ahí».

«La policía militar, contó Acevedo, no hizo nada al respecto, si no mas bien, permitió que estas personas pudieran hacer lo que hicieron. Esa noche murieron 9 personas, los demás los entregaron a los carteles«, ellos son los 43 que continúan hasta hoy desaparecidos.

¿QUIÉN ES EL RESPONSABLE?

Motivo de discusión es quién es el responsable de la desaparición de «los 43». La primer versión, la oficial, indicaba que la responsabilidad era de las fuerzas de los carteles. Sin embargo, las últimas investigaciones indican que esta versión buscaba deslindar la responsabilidad del Estado mexicano depositando la responsabilidad en los carteles.

Muestra de la falsedad de esa hipótesis es que el presidente municipal de Iguala y su esposa están detenidos ya que «tenia a través de su esposa conexiones con este cartel».

«El impacto mediático de Ayotzinapa ya pasó pero no así para un montón de mexicanos. La gran mayoría entiende que el Estado tuvo que ver con esa desaparición», contó Acevedo sobre el sentimiento que quedó en su país. «Viven en carne propia cómo el estado en diferentes regiones del país mantiene esos nexos con los grandes carteles. No es casualidad que el «Chapo» Guzmán se haya escapado dos veces».

LA BÚSQUEDA

La búsqueda de los estudiantes continúa hasta el presente encabezada por los padres de los estudiantes, algunos de los cuales fueron asesinados, y las ONG’s que colaboran con ellos.

Uno de los episodios que Acevedo repasó fue el hallazgo de una fosa común donde había 15 cuerpos calcinados. Sin embargo, tras la contratación del Equipo Argentino Forense, uno de los más prestigiosos a nivel internacional en esta materia, «llega a la conclusión que no se podía probar la versión que tenia el gobierno. Primero porque era imposible que hubieran calcinado tal cantidad de cuerpos en tan poco tiempo; y además porque los pocos restos que quedaron no concordaban genéticamente con las pruebas que daban los padres de los chicos desaparecidos. Entonces ahí agravan la situación, porque dices ‘y si no son estos los estudiantes ¿quiénes son?«.

La búsqueda prosiguió, y en las mismas condiciones, en fosas comunes, los padres hallaron más de cien cadáveres sin identificar. «Siguen sumando cuerpos a una investigación donde buscaban 43 y ahora resulta que tienes más de 100 ¿y de dónde vienen?».

¿GUERRA CONTRA EL NARCOTRÁFICO?

«En México la ‘guerra contra el narcotráfico’ lo único que ha generado es cientos de miles de muertes, pero ademas lo que ha hecho, ha dado la excusa al gobierno norteamericano para tener una injerencia«, señaló Acevedo, que de esta manera se refiere a la cuando el ex-presidente Calderón declaró la guerra al narcotráfico y dispuso la intervención de las fuerzas armadas en asuntos internos, a la vez que establecía la colaboración con su vecino Estados Unidos.

Para el mexicano radicado en Chacabuco al narcotráfico no se lo combate con más armamento, cosa que no ha funcionado ni en Colombia ni en México. «Es como decir que los sucesos de balaceras en secundarias norteamericanas se van a terminar cuando vos armes a todos los estudiantes. Mejor dejá de vender armas para que los chicos no tengan acceso a semi automáticas«.

«SI BIEN DEJÉ MI CASA, LLEGUÉ A OTRA CASA»

El último tramo de la entrevista quedó para preguntarle acerca de las series que últimamente se han hecho muy populares buscando retratar la situación mexicana con el narcotráfico como el caso de la famosa «Narcos».

Al respecto dijo «Yo las vi en vivo, a mi me ha tocado balaceras, me ha tocado estar dando clases y tener que tirar a mis alumnos pecho a tierra por una bala perdida, me ha tocado ver cómo bajan gente en la calle. Dos camionetas adelante mío, bajan y la secuestran. Me ha tocado ver docentes que han sido secuestrados… O sea no es casualidad que yo también este acá, estaba saturado de esa violencia, y no podía imaginar porque acababa de ser padre, que iba a tener una hija que iba a crecer en ese medio ambiente. Si hay algo que realmente agradezco de Chacabuco, es precisamente esa tranquilidad, esa paz. Vos no sabés lo lindo que es después que anochece poder caminar por la calle. No tenés idea porque nunca lo has experimentado, a mi hija la quisieron secuestrar… Entonces cuando vos te metés en eso… ¡qué ganas yo tengo de ver algo que lo vi en carne propia, y sentí el miedo en carne propia!».

Por último, Acevedo quiso brindar unas breves palabras de agradecimiento a la comunidad chacabuquense: «Quiero agradecer a todos los ciudadanos de Chacabuco por haberme recibido y de la manera que lo han hecho, por mostrarme el afecto que siempre me han mostrado, y les quiero decir simplemente que me siento en casa. Si bien dejé mi casa, llegué a otra casa, muchas gracias y me siento orgulloso de ser un chacabuquense más«.