El 17 de noviembre se celebra a nivel mundial el Día de los Estudiantes para conmemorar el acto de resistencia al nazismo protagonizado por un grupo de estudiantes en Praga, Checoslovaquia en en año 1939.

Cada país tiene su propio Día del Estudiante que en el caso argentino se fijó el 21 de septiembre en homenaje a la polémica figura de Domingo Faustino Sarmiento.

Al finalizar el año todos los estudiantes comienzan a palpitar la llegada de las vacaciones, sin embargo, los estudiantes del último año de secundaria se ven abordados por preguntas con respecto a su futuro. Claro está que cuando la escuela se termina marca de algún modo el paso a una vida con mayores compromisos y mayor independencia.

Pero ese momento no está exento de angustias: estudiar o trabajar, elegir la carrera, iniciarse en un trabajo, seleccionar una profesión, dónde estudiar, viajar o alquilar, compartir una vivienda, etc, etc, etc…

Situación que a los jóvenes de nuestra ciudad los complica particularmente, pues están sujetos a la condición económica: algunas carreras quedan fuera del alcance por motivos de dinero (medicina, arquitectura, etc.) y restringen el universo para elegir sus profesiones. Si bien en nuestra ciudad la oferta educativa va en crecimiento (ver oferta educativa 2018), lo cierto es que no alcanza a cubrir las expectativas de todos los jóvenes que egresan y quieren continuar sus estudios.

La Posta entrevistó a 6 jóvenes de nuestra ciudad que egresan de la secundaria: nos cuentan si han decidido qué estudiar y cómo lo decidieron. Ellos son: Emily, Milagros, Martín, Tomás, Franco y Gabriel, a quienes La Posta agradece por su colaboración.

Para explicarnos mejor esta situación el psicoanalista y asesor pedagógico Claudio Jonas realizará una serie de aportes con el objetivo de movernos a reflexionar sobre el valor que damos a ese momento y las presiones que se depositan sobre los jóvenes para que elijan a una edad muy temprana (y definitivamente) una profesión y una forma de vida que los acompañará para siempre. ¿No será mucho? Te invitamos a visitar su primer aporte: «¡Socorro! Termino el secundario».