Las tres agrupaciones que conforman la central de trabajadores (la Oficial, Azopardo y la Celeste y Blanca) representados respectivamente por Antonio Caló, Hugo Moyano y Luis Barrionuevo, acordaron ayer su primera acción de protesta contra el Gobierno.
En abril se movilizarán hacia el Congreso para exigir una reforma integral del Impuesto a las Ganancias y la declaración de la emergencia ocupacional, de modo tal de implementar una doble indemnización o la prohibición de los despidos.
También avanzaron en su proceso de reunificación y llamaron a un congreso normalizador para agosto.
La reunión duró dos horas y se desarrolló en la sede de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN).
Al mismo tiempo, los gremialistas se propusieron recolectar un millón de firmas en respaldo de sus demandas y llevarlas a los legisladores al término de esa movilización.
Barrionuevo fue uno de los más insistentes en la necesidad de montar una acción de protesta. En la misma línea estuvo el jefe de la Asociación Bancaria, Sergio Palazzo, que les reclamó a sus pares poner una fecha para la movilización.
Lo principal, de todos modos, fue remarcar la coordinación de medidas de protesta cuando hasta hace pocas semanas primaban la paciencia y la comprensión hacia el Gobierno de parte del grueso de la dirigencia.
Además de los tres jefes, estuvieron: Andrés Rodríguez (UPCN) José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Gerardo Martínez (UOCRA), Carlos West Ocampo (Sanidad), Juan Carlos Schmid (CATT), Omar Viviani (MASA), Sergio Sasia (Unión Ferroviaria), Guillermo Moser (Luz y Fuerza) y Norberto Di Próspero (legislativo), entre otros representantes de diversos sectores.
Como culminación, todos los dirigentes se expresaron «en contra del proceso inflacionario y la política desmedida de importaciones, que genera problemas a textiles y metalmecánicos”.