Según un estudio realizado por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), en base a datos del Ministerio de Educación, el PROGRESAR (programa destinado a que jóvenes de bajos recursos terminen sus estudios secundarios) sufrirá un fuerte ajuste con las nuevas modificaciones del macrismo.
Recientemente, el macrismo anunció una reforma en ese programa que lo convertirá en una beca estímulo a aquellos que tengan un mejor rendimiento.
Según el informe, este año más 360 mil jóvenes dejarán de recibir la beca. La realidad es que el aspecto meritocrático sirve indirectamente para fijar un presupuesto recortado para el programa, por lo que otra vez, el criterio de reforma está guiado por el «ahorro» para las arcas estatales con el fon de destinar ese dinero a otros gastos.
«Un recorte de 362 mil becas”, es lo que le señaló Hernán Letcher, director del CEPA. «Para mantener las mismas becas con los aumentos previstos por el Gobierno para cada beca, sería necesario disponer de 17.320 millones de pesos aproximadamente. Pero se prevé sólo 10 mil millones. El ajuste será entonces de al menos 7320 millones«, indicó.
«En la práctica, ese ajuste se vincula a la reducción de la cantidad de cuotas, que pasan de 12 a 10 (2.580 millones de pesos), y en la cantidad de becas (4.740 pesos). Esto representa un recorte de casi 380 mil becas al valor de la actualización (1250 pesos). Apuntemos, una vez más, que el propio Gobierno estima ese recorte en 362 mil becas», señaló.
Estas son las modificaciones.
- En cuanto al universo que comprende el plan, antes incluía a jóvenes argentinos, nativos o por opción, con no menos de 5 años de residencia. Mientras que ahora los ciudadano extranjeros no están más dentro.
- Sobre la edad, existía una excepción para personas de 30 años para los estudiantes avanzados, mientras que ahora los años que comprenden son entre los 18 y los 24.
- Por el lado de los beneficiarios, se pasó de un régimen ilimitado mediante un subsidio universal a que un espectro limitado y sujeto al Presupuesto.
- Los montos sufrieron una transformación meritocrática, ya que se ajustan acorde al resultado, mientras que durante el kirchnerismo, era estandarizado y fijo.
- Otro de los puntos polémicos es sobre la inscripción que pasó de ser en cualquier momento del año a contar con ventanas, a lo que se le suma que ya no se renovará más de manera automática.
- Por último, en cuanto a los requisitos, se pasó de un mínimo de 2 materias aprobadas a la obligación de tener el 75% de las materias aprobadas.