El represor varias veces condenado Luciano Benjamín Menéndez, excomandante del Tercer Cuerpo de Ejército, murió a los 90 años. Menéndez ha recibido un total de 13 condenas a prisión perpetua por sus numerosos crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura.

El exjefe del Tercer Cuerpo estaba internado desde el 7 de febrero en el hospital Militar de Córdoba, en estado delicado debido a una complicada afección hepática. «Menéndez fue amo de la vida y de la muerte en Córdoba», lo catalogó el diario La Voz del Interior. El 19 de junio iba a cumplir 91 años.

Durante el gobierno de Mestre, Menéndez ocupó el palco junto a Oscar Aguad, actual Ministro de Defensa

Mientras estaba detenido por varias causas de represión, fue indultado por el presidente Carlos Menem en 1990, días antes de que se iniciara el juicio en su contra. En 2005 la Justicia declaró inconstitucionales los indultos al general ​y fue procesado por delitos de lesa humanidad.

Así se convirtió en el militar argentino con más condenas a prisión perpetua en la historia argentina en el marco de la última dictadura cívico-militar. Fue hallado culpable por 282 desapariciones de personas perpetradas en el campo de concentración La Perla-La Ribera en Córdoba, además de 52 homicidios, 260 secuestros y 656 casos de torturas.

Durante su defensa antes de la lectura de la sentencia por ese caso, el ex general expresó sin arrepentimientos: «Ostentamos el dudoso mérito de ser el primer país en la historia del mundo que juzga a sus soldados victoriosos que lucharon contra la guerrilla marxista y vencieron por orden de y para sus compatriotas».

Su perfil quedó inmortalizado en una foto emblemática cuando fue retratado con un cuchillo en la mano mientras se abalanzaba contra un grupo de manifestantes en 1984 que lo insultaban ya en democracia.

Entre los militares integró el grupo de «Los Duros», principalmente junto al ex líder de la Armada, Emilio Eduardo Massera.

Incluso, el represor impulsó un golpe dentro del propio golpe. Menéndez se sublevó el 28 de septiembre de 1979 en el norte cordobés pero, ante la superioridad de fuerzas de Jorge Rafael Videla, acabó rindiéndose y terminó preso por noventa días en la celda de un cuartel en Curuzú Cuatiá, Corrientes.

Partidario acérrimo de que la Argentina entrara en guerra contra Chile en el Conflicto del Canal de Beagle, el jefe del III Cuerpo del Ejército, se hizo famoso por una frase: «Si nos dejan atacar a los ‘chilotes’, los corremos hasta la Isla de Pascua, el brindis de fin de año lo haremos en el Palacio de la Moneda y después iremos a mear el champagne en el Pacífico».

Menéndez también agregó un capítulo célebre a su negra participación de la época cuando en 1976 encabezó una quema de libros tan cuantiosa como estricta. El propósito, según lo expresó el propio represor en su oportunidad, era impedir «que se siga engañando a nuestros hijos» y «destruir por el fuego» una «documentación perniciosa que afecta al intelecto y nuestra manera de ser cristiana». Entre los muchos libros reducidos a cenizas, los había de Julio Cortázar, de Pablo Neruda, de Gabriel García Márquez.

Con razón, muchos sintetizaron la muerte de Menéndez bajo la oración «Murió la muerte».