Los clásicos son clásicos precisamente por su vigencia a través de los tiempos, trascendiendo la finitud de una vida humana. Karl Marx, le guste a quien le guste, fue uno de los pilares de la lucha Histórica entre lo viejo que se acababa (y resistía) y lo nuevo que nacía y se desarrollaba.
Ver en el 2016 a un sacerdote en un acto político-partidario nos lleva inexorablemente a pensar que todavía hay personajes de la Iglesia que no comprendieron que la separación(secularización) entre la política y la religión data desde hace mas de cinco siglos y que los imperativos morales y éticos no son exclusivos de un sacerdote. TODO LO CONTRARIO.
“Servir a la patria es hacer las denuncias concretas que corresponden a cualquier ilegalidad”, Raúl Alfonsín le contestaba así a Monseñor Medina en una Homilía en 1987. Casi 20 años después vemos con asombro como algunos hablan de limpieza del alma cuando recibían 150 litros de combustible mensual para su auto particular (no para caridad) y como siguen utilizando feligreses para cobrar planes sociales. No pueden venir a hablar de limpieza moral personas que consideran inferior al Argentino y que en sus habituales y periódicos viajes a Europa recalcan la supuesta superioridad del pueblo transatlántico (¿Recuerdan que personaje histórico hablaba de raza superior?).
Las sociedades avanzan, cambian y actúan en consecuencia. La FE es una virtud del ser humano, nadie puede apropiarla y mucho menos utilizarla con fines políticos-partidarios. Los feligreses sabrán que hacer, estamos en democracia y vivimos en libertad.
Ah! Hablando de libertad, las causas judiciales no se limpian con una ostia, en lo posible un buen abogado. Esto viendo la foto de algunos presentes nos hizo recordar y sugerirles un consejo. AMEN.