Una mujer de 80 años fue degollada en su casa de la ciudad de Coronel Pringles y por el crimen fue detenido su sobrino que aparentemente confesó ante los investigadores haberla asesinado porque lo tenía «cansado», informaron hoy fuentes policiales.

El hecho fue descubierto ayer por la tarde en una casa de la calle Dorrego 1325 de esa ciudad ubicada a 530 kilómetros de la Capital Federal, y la víctima fue identificada como María Pontaut (80), quien fue asesinada poco después de haber extraído una suma de dinero de un banco y depositado en otro.

Según las fuentes, la mujer salió de su casa por la mañana acompañada del hijo del ahora detenido, llamado Manuel de 20 años, para dirigirse a la sucursal local del Banco Nación, donde retiró 50 mil pesos de su cuenta.

Luego, ambos se dirigieron hacia el Banco Provincia a depositar esa suma de dinero y Pontaut regresó a su casa en la calle Dorrego.

Horas después, el joven volvió a la vivienda de su tía abuela, quien vivía sola y no tenía hijos, pero como no le contestaba el timbre saltó un paredón y levantó la cortina de una de las ventanas.

Fuentes policiales aseguraron que el joven observó a través de la ventana a su familiar tirada en el piso en medio de un charco de sangre y toda la casa desordenada, por lo que llamó inmediatamente a la policía.

Los efectivos de la comisaría de Coronel Pringles confirmaron que la mujer había sido asesinada y que presentaba un profundo corte en el cuello, pero no encontraron el arma homicida en el lugar.

Tras las primeras averiguaciones, los investigadores determinaron que el crimen había sido cometido por el padre del joven, sobrino de la víctima, quien le confesó a los policías haberla matado: «Me tenía podrido esta vieja».

El hombre, identificado por las pesquisas como Andrés Oscar Pontaut (50), quedó incomunicado y a disposición de la justicia, acusado del delito de «homicidio».

En un allanamiento realizado en la casa de Andres Pontaut fue secuestrada una cuchilla de oro y plata de 16 centímetros de hoja que había sido robada de la casa de la víctima y, se cree, fue con la que se cometió el asesinato de la anciana.

Además, se secuestró un revólver calibre 38 con seis proyectiles intactos, las llaves de la casa de la víctima, dinero en efectivo y dos teléfonos celulares, uno de los cuales pertenecía a la anciana.

Los policías hallaron también en el fondo de la vivienda las cenizas de prendas de vestir, que, se cree, es la ropa que llevaba puesta el hombre al momento de cometer el homicidio y que la prendió fuego para borrar rastros.