El próximo domingo 8 de abril a las 20:30 horas en la Escuela de Actividades Culturales se reestrena el unipersonal «El loco de la bicicleta» interpretado por Julio Benvenuto.

La obra que ya tuvo varias funciones en nuestra ciudad y en la zona, está dirigida por la chivilcoyana Andrea Peluso con amplia trayectoria como actriz, docente teatral, directora de teatro y escritora.

Con un poco más de una hora de duración, «El loco de la bicicleta» es una obra destinada a toda la familia que en sus anteriores puestas en escena dejó muy conforme al público que ahora tiene la oportunidad de volver a verla en nuestra ciudad.

La Posta entrevistó a Benvenuto, quien contó la trayectoria de la obra, algunos temas que toca y de donde proviene la idea.

Las entradas pueden conseguirse en la Escuela de Actividades Culturales y cuesta $80 anticipadas y $100 en boletería el día de la función.

-¿Qué nos podés contar sobre este unipersonal que venís haciendo ya…?

-Lo estrené el año pasado, a principio del año pasado. Di varias funciones en Chacabuco ya y también en la zona. Este unipersonal viene a raíz de una idea de reivindicar un poco, a los mal llamados locos de pueblo, loquitos de pueblo, que en todos los pueblos van a encontrar a alguien. Son personajes pintorescos, normalmente con alguna patología que los hace graciosos, pero no son graciosos. La gente a veces los usa como un objeto de burlonería o algo así. Mucha gente se acordará de Darío Sorrentino por ejemplo, o de Palito Baldi. Está basado más o menos en esa idea, de reflejar y contar historias a partir de esa clase de personajes de pueblo.

-¿Para quién está destinado? ¿Es una obra familiar o tiene un público en especial?

-Es completamente familiar, hasta los chicos la pueden disfrutar. Se trata de una persona que vive con auto encierro, que no sabe bien donde está. No sabe si está en un hospital, en un geriátrico, en un loquero, no sabe, pero vive un auto encierro, seguramente debe ser su casa, y anda en una bicicleta aurorita recorriendo toda la escena, permanentemente en su aurorita. Es un relato, va contando historias, dentro de su locura. Apunta a ser muy graciosa, que de hecho ese objetivo esta logrado porque la gente la pasó muy bien, por lo menos en las funciones que dimos.

-¿Cómo has trabajado con esta obra y en qué más estás trabajando?

-Di funciones en Junín 2 veces en la escuela de arte Dada, después en Chivilcoy, mi directora es de Chivilcoy… Incluso ella me ayudó a escribir el guión, el libreto, lo escribimos entre los dos prácticamente. Ahora estamos trabajando con ella en otro proyecto también unipersonal que se va a llamar «Todos los gordos vamos al arco» haciendo referencia a esos chicos de pueblo, de los potreros, gordos como yo, por eso lo puedo hacer al personaje sin necesidad de burlarse de la obesidad ni nada por el estilo, sino todo lo contrario. Ya lo van a ver en escena, esto está preparado para fin de año.