El Senado nacional aprobó este jueves un proyecto presentado por la oposición que ya había sido autorizado por la Cámara de Diputados y que buscaba frenar los fuertes aumentos en las tarifas de la electricidad, el gas y el agua impulsados por el Gobierno de Mauricio Macri desde su llegada al poder en diciembre de 2015.
La iniciativa fue aprobada esta madrugada, tras 12 horas de debate, con 37 votos a favor y 30 en contra, y retrotrae a noviembre de 2017 las tarifas, para desde esa fecha subordinar los incrementos a la evolución de los salarios.
La oposición presentó este proyecto con la vista puesta en aliviar el costo en los bolsillos de la población, que sufre una alta inflación en un contexto económico que se ha agravado por la fuerte depreciación del peso del último mes, lo que llevó al Gobierno a pedir un préstamo al Fondo Monetario Internacional (FMI).
Sin embargo, a primera hora, previo a emprender un viaje a Salta, el presidente de la Nación oficializó el veto a la medida como lo había anunciado, haciendo uso de una una prerrogativa constitucional que fija la constitución pero en este caso de dudosa aplicación.
El argumento oficial vino de parte de Marcos Peña, el Jefe de Gabinete, quien explicó que «fijar tarifas no es facultad del Congreso».
«La ley está vetada. Es una ley irresponsable porque no fundamenta de dónde se paga aquello que se votó ayer. Lo que se votó equivale a toda la obra pública del país, dos veces la AUH, a todo el presupuesto de seguridad y defensa», expresó.
Además, Peña sentenció que en el Gobierno «no estamos de acuerdo con el doble discurso de los gobernadores».