Después de más de tres meses de protestas, paros y hasta una intimación judicial que obligó al gobierno a convocar a los gremios docentes, ayer las autoridades bonaerenses se sentaron a negociar nuevamente las paritarias con los gremios docentes.
Si la provincia buscó desactivar el conflicto como en algún momento se indicó que haría, el resultado no lo logró y peligra el reinicio de clases tras el receso escolar en la provincia de Buenos Aires por un ofrecimiento insuficiente del gobierno.
La gobernadora María Eugenia Vidal ofreció a los maestros un aumento del 15% a julio más 1,7% en concepto de material didáctico, y el compromiso de una nueva convocatoria en agosto.
Los gremios rechazaron un qacuerdo en esos términos y convocarían a un paro a partir de la semana próxima, no sin antes esperar una nueva convocatoria para el próximo jueves antes de anunciar formalmente la medida de fuerza.
El ministro de Asuntos Públicos y mano derecha de la gobernadora, Federico Suárez, encabezó una conferencia de prensa, a minutos de las 20 horas desde La Plata. Allí defendió seguir aumentando los salarios por revisión y aseguró que los docentes no perderán con la inflación. «Hicimos una oferta superadora», marcó Suárez.
«Es una vergüenza que después de tantos días sin convocatoria, la propuesta del gobierno haya sido del 15%, ésa es la propuesta. Vidal, sabiendo que hay una estimación del 28% y 30% de inflación, nos está ofreciendo el 15%, y una promesa para volver a sentarnos a fines de agosto para ver cómo sigue la inflación. ¿Cómo no la vamos a rechazar?», sostuvo el secretario general del SUTEBA, Roberto Baradel.