Un llamado al 911 terminó de la peor manera para siete oficiales de la Policía, quienes fueron salvajemente atacados por un grupo de vecinos cuando quisieron detener a un sujeto que se encontraba armado en la vía pública.
Todo comenzó durante la tarde, tras un aviso que alertó que en el cruce de Condarco y Pujol, en La Matanza, había un masculino con una campera roja que estaba disparando al aire. Según informaron las fuentes, en el lugar se hicieron presentes dos patrulleros, pero al llegar fueron recibidos a los tiros por un hombre que se escondió en una casa.
Los agentes persiguieron al sospechoso, pero en ese instante fueron atacados por dos individuos; uno estaba armado con una navaja e hirió en el cuello a uno de los uniformados, mientras que el otro arremetió contra los oficiales con un caño.
Sin embargo, cuando se disponían a llevar a los agresores hasta los móviles, un grupo de vecinos apareció y los atacó con piedras y hasta con agua hirviendo, quemando a una de las oficiales. No obstante, los efectivos se las ingeniaron para escapar del lugar con los dos implicados, quienes más tarde fueron identificados como dos hermanos de 20 y 21 años, quedando estos imputados por «resistencia a la autoridad y lesiones».
Tras abandonar la zona, los policías fueron derivados al hospital de La Matanza, donde ya recibieron el alta. Según las fuentes, los lesionados fueron una sargento y seis oficiales, todos con politraumatismos, además del que sufrió el corte en el cuello y de la agente quemada.
El caso es investigado por la UFI N° 12 de La Matanza, a cargo del fiscal Carlos Arribas, quien tras tomarles declaración a los hermanos decidió acusar a uno de ellos de «intento de homicidio agravado» y dejarlo preso.