Cien niños que padecen una de las formas más severas de epilepsia y son pacientes del servicio de Neurología del Hospital Garrahan participan del primer estudio en pediatría del país sobre los efectos del uso de cannabis medicinal como fármaco paliativo, informó a principio de semana el presidente del centro de salud, Carlos Kambourian.
Kambourian expresó, «Este estudio es importante para Argentina y para Latinoamérica; abre la puerta a nuevas investigaciones, nuevos usos y esperanzas para las familias y también para los médicos».
Según datos oficiales, en la Argentina el 1% de la población padece epilepsia, y el 20% se trata de casos muy graves. En la población pediátrica se habla de unos 120.000 casos en el país, con el mismo porcentaje de casos graves.
Los pacientes participan del estudio no responden a ningún tipo de tratamiento disponible actualmente, como los anticonvulsivos, las dietas especiales e incluso las cirugías, y sufren crisis repetitivas que llevan a un deterioro cognitivo, conductual y motor.
Así, la investigación consiste en «el estudio científico de uso de cannabis medicinal como parte del tratamiento en pacientes con encefalopatías epilépticas, un tipo severo de epilepsias refractarias que son de difícil control y no tienen respuesta terapéutica», explicaron desde el Garrahan, y adelantaron que los primeros resultados se conocerán «recién en seis meses».
«Nuestra misión es agotar todas las posibilidades para mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes. Cuando todo fue probado y no hay respuesta favorable, entonces debemos investigar y buscar otras alternativas, en este caso el cannabis medicinal», consignó Kambourian.
Por su parte, Roberto Caraballo, jefe de Neurología y quien está a cargo del estudio, explicó que «se trata de pacientes que no responden a los tratamientos farmacológicos y el uso del cannabis medicinal puede ser una esperanza para ellos y las familias».
Sin embargo, fue prudente: «Estamos empezando; los resultados sobre la eficacia los tendremos de seis meses a un año en adelante».
El objetivo del estudio es evaluar la eficacia y seguridad del nuevo fármaco: «Es parte de una investigación, con metodología adecuada, con el fin de contar con sustento médico y académico para su administración», advirtió Caraballo.