En la tarde de ayer, durante una movilización de la oposición en Venezuela, el líder del levantamiento contra Maduro, Juan Guaidó, se autoproclamó presidente interino de la república bolivariana.
Venezuela, que es el país con la mayor reserva internacional de petróleo, tiene declarada desde hace años un enfrentamiento con Estados Unidos, que según revelaron los WikiLeaks, ve con sobrado interés cualquier forma de lograr el final del gobierno de Maduro y así poder volver a hacer valer sus intereses sobre el petróleo como lo hacía antes que llegara al poder el ahora fallecido ex-presidente, Hugo Chávez.
Tras la proclamación de Guaidó como presidente, rápidamente Donald Trump brindó un mensaje de apoyo y lo reconoció como gobierno legítimo. En sintonía realizaron lo mismo el presidente Macri, Bolsonaro de Brasil y la mayoría de los gobiernos de América Latina, a excepción de Bolivia y México.
Por su parte, Maduro recibió el apoyo de Vladimir Putin, presidente de la confederación rusa, y del premier de Turquía, Recep Tayyip Ergdogan.
Para cualquier analista internacional avisado en el tema, no quedan dudas que se trata de una injerencia estadounidense con el objetivo de derrocar al gobierno, para ello, como antes lo hizo con otros opositores a Maduro, el gobierno de Trump ahora apoya al golpe de Estado de Guaidó.
En las manifestaciones callejeras que se realizaron ayer hubo multitudes que respondieron a Guaidó y otra multitud que respondió a Maduro. En la jornada hubo 6 muertos.