Entre los temas que abordaron en la conferencia de prensa el inspector Cruz y la nueva jefa inspectora, Nana Aiola sorprendieron las fuertes declaraciones que realizó el saliente sobre las escuelas de la ciudad que cobran «matrícula».
La consulta la realizó La Posta a raíz de una lectora que afirmó haber pagado en una escuela una matrícula de $1500. Quien comentó el hecho a este medio dijo que no se le informó el carácter de colaboración y que el dinero que pagó le costó mucho conseguirlo.
La matriculación, explican, es el proceso de asignación de una vacante a un alumno, concretamente la inscripción formal. En nuestro país todo el sistema educativo es público. Una parte lo gestiona el estado (establecimientos de gestión estatal) y otros los privados (establecimientos de gestión privada). Los estatales son totalmente gratuitos, ya que todo corre por cuenta del Estado.
Si bien ello es cierto, también lo es que las falencias del Estado, en unas épocas más y en otras menos, hicieron surgir a las llamadas «cooperadoras escolares», que realizan una intención sin fines de lucro, según la ley, con el solo objeto de recabar aportes de quienes quieran hacerse socios. Ese dinero recaudado a voluntad debe destinarse para mejora escolar. De esta manera, los ciudadanos terminan por pagar dos veces el sistema educativo, una como impuestos y la otra como «colaboración».
En definitiva, parece que no todas las instituciones aclaran que se trata de una «colaboración» y que no es obligatoria realizarla. Hay escuelas donde las cooperadoras disponen de más fondos, y otras de menos fondos, depende la cantidad de alumnos, las características socioeconómicas de las familias, etc.
Según las averiguaciones que realizó La Posta, entre los valores de cooperadora para 2019 hubo dos escuelas, las más demandadas de la ciudad, donde llegó a costar $1000 y $1500 pesos. Con menores valores, pero fuertes aumentos se repitió en otras. En las cooperadoras de establecimientos más pequeños o alejados apenas aumentó.
La respuesta de Cruz fue categórica: le pidió a los padres que denuncien en Jefatura de Inspección si se les exige un pago como condición para poder inscribir los hijos. Textualmente dijo:
«Las escuelas públicas de gestión estatal no pueden cobrar matrícula bajo ningún punto de vista. Lo que sucede en algunos casos es que cobran cooperadora, pero es una ‘cooperación’, la paga aquel papá que puede. El que no puede no se le puede exigir el pago de alguna matrícula porque la escuela pública de gestión estatal está subvencionada, pagada, por el Estado. La luz, el gas, los porteros, los docentes están pagos por el Estado. Si algo de esto sucede, que se acerquen y le presenten la denuncia a la Jefa Distrital o a la inspectora porque es una irregularidad. No se puede exigir pago de cuota en gestión estatal, las escuelas públicas de gestión privada es otra cuestión. Ningún alumno puede ser prohibido de matricularse ni de rendir un examen so pretexto de no tener pago una cuota de matrícula o cooperadora».
«Creo que son imaginarios colectivos»
Antes de la consulta sobre los costos de matriculación, Cruz había respondido sobre los colegios que tenían mayor demanda para ingresantes a primer año. Cruz, sin vueltas, se enfocó en el tema: «Chacabuco tiene algunas particularidades que aprendí hace años y es que hay dos o tres escuelas primarias y dos o tres secundarias que son las que en el imaginario social es la única demanda. Si nosotros nos guiáramos por eso tendríamos que generar una escuela tipo torre de Dubai, con 50 pisos y las demás cerrarlas. Nosotros tenemos la obligación que ninguna escuela se vea superpoblada, ni tampoco disminuida su matrícula. La obligación es garantizarle una vacante a cada alumno que la necesite. Lo que no podemos hacer es darle la vacante en el lugar que cada uno quiera, porque sino tendríamos que tener algunas escuelas con 150 grados y otras con 1», contestó acerca de las quejas de padres.
Y detalló cómo se realiza el procedimineto de asignación de vacantes: «Nosotros tenemos un Régimen Académico de Primaria (RAP) y uno de secundaria (RAS) que establecen cómo se asignan las vacantes. En primaria por cercanía del domicilio o si tienen hermanitos en la escuela, y después quienes vienen de otra escuela. En secundaria primero se sienta a los no promovidos o repitentes. Después se sienta hijos del personal o hermanos y luego alumnos de otro establecimiento. Hay mucha más inscripción que sillas, vacantes, entonces se realiza un sorteo por la quiniela de la provincia. El primer día hábil posterior a Navidad. Eso establece quienes entran en esa escuela, y quienes no entran en esa escuela, tiene la posibilidad de informar cada escuela a la jefatura, los papás vienen aquí, y los inspectores de cada uno de los niveles tienen que otorgarle una vacante, por lo que nosotros tenemos que ver cuáles vacantes hay disponibles. Y ahí le ofrece un lugar el inspector».
Cruz también recibió la pregunta sobre porqué pasa esto si en teoría la educación es la misma en todas las escuelas. Entre risas, el ahora ex-jefe de inspección respondió que «es complejo dar una respuesta a eso. Nosotros lo hemos intentado estudiar, yo fui inspector de secundaria durante casi 6 o 7 años ante de entrar como distrital y lo viví en la secundaria. La realidad nos demuestra que no hay escuelas de primera, ni de segunda ni de tercera categoría. Es más, puedo afirmar que hay escuelas que las personas creen que son de primera, La primaria 27 tiene una matrícula compleja, en algunos casos con NBI (Necesidades Básicas Insatisfechas). Y saben qué? Fue la escuela que mejores resultados pedagógicos tuvo en toda la región 14».
«Hay porteros que los días de paro van a hacerle el sándwich a los pibes»
Eso demuestra, dijo Cruz, que «no hay correlato directo de bajar la cantidad de docentes por alumnos y que automáticamente se va a obtener unos buenos indicadores pedagógicos. Tiene que ver mucho la predisposición de los docentes. Nosotros hemos tenido presentaciones de papás de gente que viene a denunciar que los docentes no van a determinadas escuelas aun teniendo por ruta la llegada.Y hay docentes que tienen que hacer 5 km de tierra y no fallan nunca».
«Hay porteros que iban a la escuela los días paros a hacerle el sándwich a los pibes. Porque hay chicos que si no comen en la escuela no comen. Está bárbaro el derecho a huelga, lo defiendo, pero también tenemos que pensar en los pibes», cuestionó Cruz a los docentes.
Por lo que sugirió: «Hay que tratar de armonizar la medida de fuerza con la necesidad del alumno. Y ahí tenemos que pensar el porqué los papás mueven sus hijos kilómetros a otra escuela teniendo una escuela cercana».
«Tiene que ver mucho la atención que le pone el director, el que tiene empuje, que propone proyectos conjuntamente con sus docentes que sean innovadores. Eso tiene mucho que ver en la elección, por eso trabajamos para que los directores traccionen en una calidad educativa mucho más pujante para Chacabuco», finalizó el ahora ex-jefe inspector.