Ayer sábado 23 de marzo se llevó adelante la marcha por los niños que no han nacido en diferentes puntos del país y en diferentes ciudades. Impulsada por un conglomerado de intereses religiosos y políticos, tuvo su epicentro en Buenos Aires, y en buena medida en Rosario, las grandes urbes nacionales.

Sin embargo, tanto en las ciudades del interior o las capitales, la marcha perdió adhesión, en parte porque como es año electoral, los referentes de las asociaciones religiosas y evangélicas comenzaron a exponerse como líderes del movimiento para ganar imagen de cara al armado de las listas elecciones.

Como contó La Posta, en Chacabuco la marcha fue convocada por sectores religiosos con intereses políticos claros. Agustín Laje, un personaje que defiende el terrorismo de Estado, grabó un video en el que fue claro, convocó a los vecinos de Chacabuco a manifestarse en un año electoral. Para mayor claridad, Cynthia Hotton, actual miembro de la OEA por Argentina, lanza su candidatura a través de ese espacio.

En Chacabuco la concurrencia apenas llegó a las 100 personas, que a diferencia de otras oportunidades no congregó a referentes de la comunidad (sociales, religiosos y políticos) para manifestarse a favor del aborto clandestino. La mayoría de los fieles interpretó la convocatoria como algo que excedió lo estrictamente religioso para meterse en el terreno político.

Para conocer las intenciones de quienes organizaron la marcha, aportamos al debate un fragmento de la entrevista que realizó Valeria Sampedro, de TN, a Alejandro Geyer, quien dijo que «podría suceder» que ¡una niña de 10 años tenga relaciones consentidas con su abuelastro!

La conductora se enervó cuando tras preguntarle sobre qué hacer con una menor de edad embarazada por violación: «¿Y si no fuera víctima de violación?«, le preguntó Geyer. «¿Qué? ¿Quiso tener sexo a los 10 años con el abuelo?«, replicó Sampedro. «Pongamos, puede haber un caso, podría suceder», contestó sin remordimiento Geyer.

Una escena que demuestra cómo quienes alientan que el aborto siga clandestino además buscan forzar a niñas violadas a ser madres, sin plantear una solución para las víctimas y obligándolas a llevar en su vientre el «regalo» de un violador, que no eligió, que no comprende porque es menor de edad, y la ley establece que una relación entre menores de edad y mayores de edad no puede ser consentida, menos cuando la niña tiene 10.

Por suerte, la gente se va dando cuenta.