El matrimonio de compromiso que el radicalismo y el PRO inventaron para ganar las elecciones de 2015 pareciera tener fecha de vencimiento, como todo lo que es de compromiso, justo en el momento menos esperado.

Al capítulo del quiebre en Córdoba entre la UCR y el PRO, le siguieron otros como el desplante de Macri y Vidal a Aiola cuando visitaron este lunes O’Higgins sin invitar al intendente de Chacabuco.

El Jefe Comunal no ocultó su enojo y ayer declaró a la prensa: «Lo considero un desaire a todo el pueblo de Chacabuco y eso no se lo voy a perdonar«.

Pero parece ser que Macri y Vidal tienen el poder dentro de Cambiemos, y los radicales como socios menores del PRO, han intentado presionar para conseguir lugares de mayor importancia. El intendente Aiola fue el encargado de llevar esa presión al máximo posible, cuando hace un tiempo declaró que por el acuerdo entre el PRO y la UCR, al partido centenario debería corresponderle no sólo la vicegobernación, sino también la vicepresidencia.

«El que no llora no mama»

Así dice el famoso tango escrito por Enrique Santos Discépolo, «Cambalache», y en el radicalismo lo tienen claro.

Tras lo sucedido en Córdoba, donde Cambiemos se quebró, comenzaron muchas especulaciones, principalmente que el radicalismo podría abandonar Cambiemos para impulsar una nueva candidatura, la de Roberto Lavagna o la de Martín Lousteau. Cuando ya no funciona, cualquiera da lo mismo.

Esas mismas elucubraciones más el desplante que Vidal y Macri le hicieron al intendente de Chacabuco en favor de su par de Junín, las cosas se volvieron a recalentar a un nuevo nivel.

Sin embargo, de tanto «llorar» el radicalismo parece que logrará mamar. Desde el Comité Nacional que preside Alfredo Cornejo confirmaron que serán convocados para la próxima semana a la Casa Rosada para discutir la crisis que atraviesan con el presidente de la Nación.

También fueron invitados Gerardo Morales y Gustavo Valdés, de Corrientes. En el encuentro, ya adelantaron que el presidente podría ofrecerles a los radicales la vicepresidencia en la fórmula que competirá en las elecciones 2019.