La sesión de ayer del Concejo Deliberante estuvo marcada por el uso de Banca Abierta. En total fueron cuatro vecinos los que pasaron por el micrófono y expusieron sus problemas frente a los dieciocho ediles y el público en general. El tema central, como era de esperarse, fue el hambre y la falta de trabajo.

Héctor Centurión y Juan Sosa son dos empleados que realizan tareas de barrido para el Municipio. Sin embargo, no son empleados municipales, sino que formaban parte de un programa de Cooperativas de Trabajo. Al asumir el Intendente Víctor Aiola, según cuentan, les pidieron cumplir las tareas como los barrenderos municipales, con la promesa de que pronto iban a ser pasados a esa categoría de trabajador. Al día de hoy, más de tres años después, la situación sigue igual y los barrenderos cobran 2300 pesos mensuales por su tarea.

«Quiero que todos sepan el Intendente que tenemos, que no tiene corazón«, comenzó en su intervención Centurión. «Yo soy el barrendero que gana 2300 pesos. Que la gente en la calle pasa y nos grita ‘ahora saben lo que es trabajar’, y no sabe nuestra situación», continuó. El trabajador aseguró que «cobramos esa plata y encima hasta tenemos descuentos, hemos llegado a cobrar 1500 pesos». Además, según se informó, los trabajadores forman parte de una capacitación por la que perciben alrededor de 6000 pesos. «Cuando digo que cobro 2300, nadie me cree. Porque realmente es increíble. Quisiera que el Intendente vea si puede vivir con eso ¡no le alcanza ni para un día!. Ustedes tendrán muchos estudios, pero de trabajo no me pueden hablar, porque yo trabajo desde los 10 años», prosiguió.

Centurión, además, desmintió las palabras del concejal Mario Dicundo, que según dijo el trabajador, informó que Mario Ferraresi, secretario de Servicios Públicos, alegó que los trabajadores «no tuvieron un buen desempeño». «No es como dice Dicundo, a nosotros Ferraresi nos dijo que el Municipio no estaba funcionando porque había gente que no cobraba y no tenía que cobrar. Somos gente que quiere trabajar, y estamos esperando el ‘trabajo digno’ que nos prometió Aiola, y nunca llegó«, concluyó.

El barrendero le pasó a la palabra a Juan Sosa, otro trabajador del mismo sector, con el mismo problema. Sosa contó que «en tres ocasiones el intendente Aiola nos prometió que íbamos a tener un trabajo digno», pero no cumplió. Poco después, Sosa contó una situación personal, debido a que no tenía para darles de comer ni comprar pañales para sus hijos, y rompió en llanto. No pudo continuar con su relato.

Acto seguido, quien tomó la palabra fue el presidente del bloque PJ-FpV, Javier Estévez, quien contó que «son parte de una Cooperativa que les prometieron ser empleados y nunca les cumplieron. Entendemos las situaciones del Municipio, que a veces no puede contratar, pero lo que no pueden hacer es prometer y no cumplir». Estévez manifestó también que «Hay un desinterés y un maltrato por parte de varios funcionarios y del propio Intendente» y que no es la primera vez que ocurre. «No hay diálogo. Tienen que ponerse en el lugar del otro y entender el dolor del otro. Los hacen trabajar como municipales y no lo son», expresó.

Por Cambiemos, quien tomó la palabra fue Mario Dicundo, quien contó que «nos dijeron que este año no había posibilidad de pasarlos a planta permanente. Yo entiendo lo que manifestaba la persona que hizo uso de la banca, tengo los pies sobre la tierra, y se que nadie puede vivir con 8000 pesos por mes«.