Ayer por la noche la expresidenta Cristina Fernández realizó la presentación de su libro «Sinceramente» en el marco de la Feria Internacional del Libro que se desarrolla en la Capital Federal.
Como era obvio, las instalaciones quedaron totalmente rebasadas, y hubo que montar pantallas gigantes en el exterior, donde una multitud esperaba bajo la lluvia para ver a la expresidenta.
Acompañada por la presidenta de la Feria del Libro, quien se encargó de destacar la buena recepción de la Feria a la presidenta luego de las críticas de algunos expositores. Por su parte, el titular del grupo Penguin Random House, Juan Boido aclaró el éxito editorial: 300 mil ejemplares impresos en 14 días en un contexto de retracción de la empresa.
Luego de la presentación, tomó la tan esperada palabra la expresidenta. Mientras, desde la calle cantaban «vamos a volver».
Durante el uso de la palabra Cristina explicó que la idea del libro le fue propuesta por Alberto Fernández, quien ha recuperado la confianza que otrora perdió. Según Cristina, la idea era mostrar que muchas cosas que se dicen no eran ciertas. Es un intento de desmitifcar todo lo que se habla de su matrimonio y de sus hijos.
Otro dato clave es que la selección de la fecha de presentación, 9 de mayo, se debió a que ayer se cumplieron 44 años del casamiento con Néstor Kirchner ocurrido en el registro civil de La Plata.
Pero también hubo lugar para la política, como no podía ser de otra manera. Como tema central, Cristina abordó aquello que considera un problema de todos los argentinos, por lo que para resolver el actual problema, y de alguna manera contestando la invitación de Macri para un acuerdo político que le garantice gobernabilidad, pidió que se establezca un contrato social de todos los argentinos.
Según la evaluación de Cristina Fernández: «Tenemos que analizar qué cosas operan para que en una sociedad pasen estas cosas, sin enojarnos unos con otros. Tratar de comprender, de entender, para después resolver. Es imposible resolver bien si no se entiende, si no se comprende, la magnitud, la densidad y la profundidad de los problemas.»
Con un tono medido que usó todo el acto, y sin hacer agravios, Cristina ahondó en esa idea que ya parece una plataforma de campaña y no dejó dudas sobre su intención de ser candidata a la presidencia.
«Va a ser necesario algo más, un contrato social de todos los argentinos y argentinas, con metas verificables, cuantificables, exigibles…«, dijo y recordó al Pacto Social de Perón durante su última presidencia: «Me acuerdo del Pacto Social de Perón y José Bel Gelbard, un gran dirigente empresario, nos faltan dirigentes empresarios de esa magnitud, que piensen a la empresa como instrumento de desarrollo del país y no sólo de desarrollo personal, que está bueno porque para eso sos empresario y querés ganar plata, pero tenés que entender que para ganar plata tienen que ganar todos y poner todos, si no es muy difícil.»
Y a continuación agregó una característica a ese contrato social. la de la ciudadanía responsable: «Por eso digo que es necesario un contrato social de los argentinos y las argentinas, creo que si tuviera que ponerle un título diría ‘contrato social de ciudadanía responsable’ (…) es necesario un esfuerzo de todos para generar trabajo genuino, que el compromiso sea de todos, obviamente… primero el compromiso del Estado y segundo de los empresarios, para generar ese empleo, con la convicción de que no hay posibilidades en este mundo tan difícil que hoy tenemos de generar crecimiento económico sin un mercado interno fuerte.»