Desde hace días, la neumonía viral conocida como «coronavirus» que comenzó en una ciudad China, tiene en alerta a toda la sanidad tanto del lugar en el que comenzó el brote, como a nivel mundial. Es que, a pocos días de haberse conocido el primer caso, ya son más de 130 las personas fallecidas y casi 6.000 los infectados.
Si bien no hay datos confirmados, se cree que esta nueva cepa surgió de un comercio especializado en la venta de carne de animales exóticos en la ciudad de Wuhan. El problema más grande surgió cuando cientos de personas viajaron a otros lugares, llevando consigo el virus. para dimensionar este dato vale tener en cuenta que la población de Wuhan equivale a toda la Argentina.
Así fue que esta enfermedad se trasladó a varias ciudades chinas, otros países asiáticos e incluso hasta Estados Unidos. A raíz de esto, autoridades chinas decidieron aislar completamente la ciudad de Wuhan, y prohibir la entrada y salida del país, generando una cuarentena sobre un área de aproximadamente 40 millones de habitantes.
Frente a esto, la Organización Mundial de la Salud reunió a su Comité de Emergencia del Reglamento Sanitario Internacional. En un comunicado emitido, detallan que no se llegó a un consenso sobre si este evento constituye o no una ESPII (Emergencia de Salud Pública de Importancia Internacional), pero que volverán a reunirse para «proseguir su examen».
Respecto a la transmisión del virus, especifican que de acuerdo con la estimación inicial, se contagiaría entre personas, «con un ritmo reproductivo básico de 1,4 a 2,5. Se ha registrado transmisión de la infección en un centro de salud. El 25% de los casos confirmados han presentado síntomas graves. Por el momento, no se conoce la fuente de la infección —si bien, muy probablemente, se trate de un reservorio animal— ni el alcance del contagio entre personas. «
En el mismo comunicado, la OMS aconseja ciertos puntos a la República Popular China, como proporcionar más información, mejorar la vigilancia y la detección activa de casos, colaborar con la OMS para realizar estudios que permitan conocer las características y fuente de este brote, realizar controles en aeropuertos, estaciones de tren y autobuses.
Al resto de los países, la OMS anticipa que «es posible que se registren más casos exportados en cualquier país». Por eso, se deben adoptar medidas de confinamiento como la vigilancia, la detección temprana, el aislamiento y el manejo de los casos.
En nuestro país, el presidente Alberto Fernández se reunió con el Ministro de Salud de la Nación, Ginés González García. Este expuso a Fernández un informe de situación acerca de la epidemia existente. El presidente tomó conocimiento acerca de las medidas de implementación que permitan dar respuestas rápidas en caso de que el virus llegue a Argentina.
«Es vital que estemos preparados con tiempo frente a este tipo de riesgos. A través del Estado debemos proporcionar y poner al servicio de la gente, todas las medidas y acciones que sean necesarias para reducir al máximo posible los efectos de estas enfermedades”, expresó González García.
Al mismo tiempo, manifestó que están «tranquilos pero atentos», ya que aún siendo este un evento internacional relevante, sus especialistas señalan que hasta el momento, el riesgo inmediato para la población argentina es bajo.
De todos modos, ya se está difundiendo entre los trabajadores de la salud argentinos, el protocolo a seguir ante cualquier caso. Incluso, en el día de ayer, una mujer de cincuenta años asistió a un centro de salud debido a que, desde hace varios días tiene una neumonitis y a pesar de estar medicada, ésta no cedía.
Al llegar al centro de salud y ver los médicos que tenía síntomas similares al coronavirus, le colocaron un barbijo, la aislaron completamente y le realizaron los estudios pertinentes. Ante la consulta de si había viajado a algún lado, manifestó que si, pero únicamente a Uruguay. Los resultados ante un posible coronavirus dieron negativo, la paciente tenía una neumonitis con obstrucción respiratoria.
Las recomendaciones ante esta u otras infecciones son: cubrirse la nariz y boca con el pliegue del codo al toser o estornudar, lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón, especialmente antes de comer, después de ir al baño o haber estado en lugares públicos. En el ámbito hospitalario, se deben seguir los controles de prevención y control de infecciones.
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