El 30 de abril, Facundo Castro, de 22 años, fue demorado por fuerzas policiales en Mayor Buratovich, partido de Villarino por entender que había violado la cuarentena. En el operativo, según su madre, participó un efectivo con el que el joven «había tenido problemas».

Desde ese día nadie lo volvió a ver, y habiendo pasado 73 días los testimonios y las circunstancias en que se produjo descubren la vinculación de la policía bonaerense en lo que el propio fiscal De Lucía declaró como «posible comisión del delito de desaparición forzada» al declararse incompetente y enviar el caso al fuero federal.

Contradicciones de los mismos policías y declaraciones de testigos han llevado a que se aparte de la investigación del caso a la fuerza bonaerense, que arrastra en lo que va de la cuarentena varios episodios sospechosos que incluyen muertes en calabozos y comisarías.

La gravedad de la situación llevó al gobernador Axel Kicillof a pronunciarse al respecto: «Lo afirmo con toda claridad: no vamos a encubrir a nadie y tampoco prejuzgar a nadie» dijo.

La Comisión por la Memoria se ha constituido en querellante en la causa, interponiendo junto a la familia y sus abogados una acción urgente ante el Comité contra la Desaparición Forzada de las Naciones Unidas.

A raíz de esa acción la ONU envió al Estado argentino una comunicación solicitándole medidas urgentes que colaboren en determinar qué ha sucedido con Facundo Castro que continúa desaparecido.

La familia de Facundo y los organismos denuncian que se están realizando pericias en móviles policiales y locaciones que no son las que indicaron los testigos.

En la semana se difundió la última foto de Facundo. Se lo ve parado junto a un móvil policial en la tarde de ese 30 de abril, y la fotografía dio vueltas por todos los medios de comunicación. El abogado de la familia explicó que «no cambia nada» esa foto y la atribuyó a una presión de los medios hegemónicos.

«Ese de la foto es el móvil que estaba cuando lo pararon a Facundo en la ruta pero el coche en el que lo meten a él después es otro, esa foto no nos cambia nada. Lo grave es que el auto que van a peritar no es el móvil que los testigos describen como el patrullero al cual lo vieron subir, tiene otras características, vamos a pedir que vayan a secuestrar el que corresponde«, indicó.

Demoras y antecedentes

Las demoras en el caso que acumulan la inexplicable cantidad de 73 días en los que todavía no se esclareció lo sucedido, son corrientes en la justicia Argentina.

No menos cierto es que el caso tiene antecedentes funestos que siempre, de una manera simplista, llevan a responsabilizar a la policía, olvidando el precario rol de la justicia a la hora de juzgar los abusos policiales.

Los varios antecedentes de este caso en otros puntos de la provincia fueron descriptos en una excelente nota que se publicó en El Cohete a la Luna, entre los que se destacan los ahorcamientos en celdas acaecidos durante la cuarentena y a la vez realza el carácter permanente de este proceder en la fuerza policial, más allá de los gobiernos de turno.

Las últimas noticias del caso Facundo Castro indican que se secuestraron los teléfonos personales de los policías para ser peritados y una denuncia por parte del abogado de la familia por haber recibido amenazas luego de cuestionar que la policía bonaerense siga presente en los procedimientos de búsqueda pese a estar desplazada de la investigación.