Una de las principales críticas que tiene el gobierno municipal de Chacabuco es la falta de preocupación por afianzar los derechos de las mujeres en diversos órdenes. Un costado para analizar esto son las políticas públicas implementadas, realmente escasas. Otro, los obstáculos que encuentran las mujeres para prosperar en el gabinete del intendente. En una tercer mirada no quedan dudas que durante la campaña política, Juntos se centró en mostrar el rostro y nombre del varón que encabeza la boleta.

Políticas públicas

El Área de la Mujer que Aiola prometió año tras año promover fue el principal afectado en recortes presupuestarios cuando el intendente se quedó sin recursos municipales luego de las elecciones de 2019. La buena voluntad de quienes integran esa dependencia, explican, no alcanza para atender y dedicar tiempo a las complejas problemáticas que recibe ese servicio.

Más allá de algunas campañas puntuales, escasea incluso la publicidad de lo poco que se hace. Por ejemplo, la disponibilidad de un botón antipánico para teléfonos que el municipio ofrece tuvo nula publicidad, y es sin embargo una herramienta útil.

Un gabinete de varones

En el gabinete y el gobierno municipal las mujeres fueron perdiendo progresivamente su poder. En el Concejo Deliberante, el bloque del intendente y la presidencia está en manos de varones. Si bien la composición interna es con «paridad» no pasa lo mismo cuando se evalúa la toma de decisiones.

Si en el Concejo las mujeres conservaron lugares pero perdieron protagonismo, en el gabinete del intendente perdieron ambas cosas de una manera notable. La única mujer desempeñándose en la primera línea del gobierno es la actual compañera de oficina del intendente, su secretaria Privada, Mariana Abatángelo, pero no tiene participación pública hasta el momento.

La mujer de mayor protagonismo público es la esposa del intendente, la directora de Salud, Romina Sclavi que ocupa un cargo de segunda línea. Similar jerarquía tiene la jefa de Compras Mariana Cámera, sin participación pública. En la dirección de Derechos Humanos que ocupa Lara Molina, la visibilidad ha decaído. En el caso de Dirección de Juventud que ocupa ahora Araceli Fernández y de Dirección de Bromatología que ocupa Josefina Campagnon, ninguna son figuras con perfil público. En resumen, el gabinete esta dominado por varones y las mujeres han perdido participación pública tanto como han quedado relegadas a cargos de segunda línea.

¿Qué pasó? Hubo muchas renuncias en el gabinete, principalmente de mujeres. En la mayoría de los casos se habló de «motivos personales», pero nadie desconoce que lo «personal es político».

Un caso fue el de la actual «viceintendenta», es decir, la persona que reemplaza al intendente cuando está en uso de licencia, ella es Laura Marchesse que luego de un confuso episodio pasó de ser la mano derecha y todopoderosa a renunciar al cargo de jefa de Gabinete (que había sido creado para ella). Desde entonces asumió la banca en el Concejo Deliberante.

También hubo otras renuncias: la de Celina Felice en la subsecretaría de Cultura. En la subsecretaría de Desarrollo Social también renunció a su cargo jerárquico la titular, Daniela Bruschi. En Salud renunciaron Yesica Berterame (al geriátrico de O’higgins) y Analía Giménez al geriátrico del Hospital municipal de Chacabuco.

Por último queda el caso de Rita Aluise quien renunció al municipio y se hizo cargo de un diario local. Aluise era subsecretaria de Prensa y fue reemplazada por un varón, Pablo Tilli.

¿Invisibles?

En Chacabuco la boleta de Juntos para las primarias solo mostró la cara del actual secretario de Gobierno, Alejo Pérez, que es el primer candidato a concejal. Al igual que en Junín y otros lugares. Queda la pregunta ¿por qué se decidió no mostrar a la primera candidata a concejala en la boleta? La decisión recibió críticas y ahora se cambiará para las generales.

Es obvio que para el caso de Chacabuco la idea fue mostrar la cara de Pérez, a quien prácticamente hacen ocupar el lugar del intendente y el de concejal a la vez. El intendente Aiola casi no participa de los actos de su gobierno, ni recibe comitivas.

La ausencia de mujeres incluso alcanza la cartelería donde se ve a Santilli, Manes, Aiola y Pérez. Lo que grafica con claridad el pensamiento del gobierno local con respecto a las oportunidades, derechos de las mujeres.