Romina Balaguer, una joven de 36 años, enfrentó a su padre, Antonio Cisneros, que la abusó durante 18 años. Lo abordó en un restaurante de Olavarría, el pueblo donde se crió en un infierno avalado por su madre. Él confesó en cámara que la tocó y violó desde que usaba pañales.
«¿Admitís que me violaste, que sos un pederasta, un pedófilo y un hijo de puta?», le dice Romina Balaguer a su padre, un hombre mayor que contesta con monosílabos mientras no deja de comer y beber. Finalmente, lo admite.
Al increparlo, la joven también menciona a su madre, Dora Iris Lahitte, que callaba a pesar de estar al tanto de las torturas que sufría su hija. Y a su hermano, que también la abusaba.
La joven asegura que tuvo varios intentos de suicidio y estuvo internada en un psiquiátrico como resultado de las acciones de su familia. Hace al menos seis años vive en España, donde lucha todos los días para recuperarse de los maltratos a los que fue sometida durante su infancia y su adolescencia. Forma parte de una organización de ayuda a víctimas de abuso llamada «Animate».
La joven hizo denuncias formales en la Justicia pero cree que no tendrá los resultados que espera. Con ira, publicó el video en Facebook con una leyenda: «Antonio Cisneros, que hoy vive libremente y feliz en el Hotel Argentino, ha reconocido ante mí su monstruoso delito. Lamentablemente ninguno irá preso, porque la Justicia, en este país, no existe».