Cualquier nota de actualidad política argentina hoy necesita referirse a la Cámara de Senadores y la de Diputados, allí por estas horas se juegan partidos decisivos para el conjunto de la sociedad, aunque saberlo cueste entenderlo. Este lunes el presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti asumió como presidente del Consejo de la Magistratura, el órgano encargado en el país de designar jueces y de removerlos o sancionarlos. Eso fue posible luego que la propia Corte anulara una ley vigente y repuso una que había sido anulada. Esto no está admitido en nuestro sistema legal. El cambio significa que la Corte volverá a integrar y presidir ese Consejo, y manejará un gran presupuesto, que abarca a todo el Poder Judicial, algo que la reforma de 2006 impidió entendiendo que los fondos no pueden ser administrados por los mismos encargados de impartir justicia. Pero esa batalla no termina porque las cámaras de Senadores y Diputados no pueden designar sus representantes para que empiece a funcionar el Consejo.

Primero fue por la resolución de un juez de Entre Ríos, a instancias de la presentación de un diputado. Ese fallo impidió a la presidenta del Senado, Cristina Kirchner, y al presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, designar a los representantes. Pero la Corte Suprema pidió el expediente con el fallo del juez para luego directamente asumir la presidencia del organismo. El hecho es seguido con asombro y tiene todas las características de lo que llaman un golpe institucional, es decir, que un grupo de personas que no fueron votadas (los jueces son designados por acuerdo de las Cámaras y el Poder Ejecutivo) tomen a su cargo la conducción de asuntos que le competen a la política.

No hay razones jurídicas suficientes que avalen el proceder de la Corte que repuso una ley derogada (anulada), por lo que el oficialismo en las cámaras piensa seguir cuestionando la legitimidad. Por esto, el Frente de Todos pidió a través de sus jefes de bloque que no se nombren a los representantes. Esto lo atribuyeron a la confusión que genera la ley entre lo que se denomina «primera minoría» y «segunda minoría». Se trata de un problema de interpretación, pero que definirá la conformación de este órgano.

La Corte, al fallar 15 años después contra la ley vigente que reformó al Consejo de la Magistratura, rehabilitó discusiones como esta sobre la interpretación, lo que termina en otros episodios, todos de difícil explicación. En estos casos, todos los resquicios de la ley son aprovechados por unos u otros.

En otra decisión importante, el Frente de Todos en la Cámara de Senadores, anunció la conformación de un interbloque, es decir una unión de dos bloques. De esta forma se formaron dos grandes espacios dentro del Frente de Todos: uno denominado Frente Nacional y Popular (presidido por José Mayans), y el otro Unidad Ciudadana. El acuerdo fue general entre los senadores. Uno tiene 21 senadores y el otro 14.

Esto permitiría al oficialismo ingresar representantes como primera minoría, pero también como segunda minoría. El mecanismo al que recurre el Frente de Todos es totalmente válido y deja en evidencia que la rehabilitación de una legislación ya derogada no es conveniente.

En esa misma Cámara, la de Senadores, avanza esta semana un proyecto importante, el que planea pagarle la deuda al Fondo Monetario Internacional con la creación de un aporte a quienes fugaron fondos en los últimos años. Si bien podría tener modificaciones, el proyecto es novedoso ya que reúne el apoyo de todos los senadores del Frente de Todos y propone una solución al dilema abierto por la negociación con el Fondo Monetario. Este aporte, explicaron desde el Frente de Todos, permitiría recaudar más de 20 mil millones de dólares.

De esta manera queda conformado el interbloque:

El bloque de Mayans quedará compuesto por los senadores Guillermo Andrada, Daniel Bensusán, Eugenia Catalfamo, Maurice Closs, Lucía Corpacci, Carlos Espínola, María Teresa González, Ricardo Guerra, Edgardo Kueider, Claudia Ledesma, Marcelo Lewandowski, Cristina López Valverde, Sandra Mendoza, Gerardo Montenegro, José Neider, María Pilatti, Antonio Rodas, Adolfo Rodríguez Saá, José Uñac y Pablo Yedlin.

El segundo de los espacios del oficialismo será integrado por Sagasti, Di Tulio, Oscar Parrilli, Carlos Linares, Mariano Recalde, Guillermo Snopek, Silvia Sapag, Martín Doñate, Silvina García Larraburu, Nora Giménez, Ana Ianni, Matías Rodríguez, Eugenia Duré y Sergio Leavy.