En el acto oficial por el Día de la Memoria, la Verdad y la Justicia en Chacabuco estuvieron presentes diversas autoridades municipales, el intendente Víctor Aiola y la Comisión Memoria y Justicia de Chacabuco, como organizadora de la actividad.

Estuvieron presentes concejales, funcionarios, militantes políticos, docentes, instituciones y vecinos de la ciudad.

Sin embargo, la postura ideológica de los discursos pareció haber estado en pugna. Mientras que Aiola señaló la figura de Raúl Alfonsín como el mejor gobierno en la historia de la democracia argentina, desde la comisión de la memoria recordaron el parecido del plan económico de la dictadura con las recetas económicas del gobierno de Cambiemos.

Primero se realizó una ofrenda florar al pie del monolito del Punto de la Memoria. Luego hablaron la coordinadora de Derechos Humanos, Lara Molina Vidal, el intendente Víctor Aiola, y Teresita Cassino en representación de la Comisión.

Aiola, que citó las palabras de Sábato sobre lo que son los desaparecidos, sostuvo que «la palabra subversivo no tuvo límites» y realizó un relato sobre el proceso de la dictadura y de la recuperación democrática. Sobre el último destacó la importancia del radicalismo: «A partir de ahí se abre el camino electoral», dijo Aiola y agregó: «Empieza el camino hacia la democracia que como radicales tenemos el orgullo que fue Raúl Alfonsín el que instauró la democracia. Y en ese domingo que se gana por el 52% la gente en la calle gritaba, más allá del partido político, ‘Se van y no vuelven más’ «.

Y Aiola no desaprovechó para anotar porotos para su partido y calificó al gobierno de Raúl Alfonsín como el más exitoso en la historia de la democracia: «Y no volvieron más… porque hubo un presidente que hizo lo que tenia que hacer, que tuvo la determinación política de sentar en el banquillo de los acusados a las tres juntas militares cuando todavía tenían el poder y las armas adentros de los cuarteles, los puso en el banquillo de los acusados. Por eso cuando a veces se trata de valuar la presidencia de Raúl Alfonsín, y algunos dicen que fue un gobierno que fue malo. Fue el gobierno más exitoso del inicio de la democracia hasta nuestros tiempos, porque no aseguró para siempre, para siempre la democracia. Como dice Sábato, la democracia es la único camino para que hechos de esta magnitud no vuelvan a ocurrir.

Por último cerró su idea citando al primer presidente desde el retorno de la democracia: «Alfonsín decía que la democracia tiene una gran deuda con todo el país, que es la deuda social, que los que gobernamos tenemos que mirar por el ojo del que más necesita, del que más debilidades tiene, es por ahí que tenemos que avanzar».

Por último Aiola dijo que «Respetando al otro es que vamos a honrar a los 30 mil desaparecidos«. Y se despidió «Nunca más»

Por último lo hizo Teresita Cassino quien leyó un texto acordado por la Comisión Memoria y Justicia, que comenzó por aclarar señalando la participación militar y cívica en el golpe que dejó a 30 mil desaparecidos.

«Cuando nos referimos al genocidio, señalamos todo aquello. Y a los 30.000 detenidos desaparecidos. Cifra que no hay que olvidar, porque expresa vidas e historias que fueron coartadas. Respetar ese número es respetar la Memoria de cada uno de ellos», leyó Cassino.

«No podemos dejar de mencionar a las miles de personas que debieron exiliarse del país, la cesantía de puestos de trabajo por razones políticas, la vigilancia, persecución y represión a la ciudadanía. Prohibición de libros, censura de películas y música, que demuestran que no se trató una ‘guerra’ hacia un sector (idea que la Teoría de los Dos Demonios intenta imponer), sino un plan sistemático con una finalidad específica: implantar una política económica que sólo bajo el control y el miedo de la población podría aplicarse», señaló el texto. 

Impulsado por José Alfredo Martínez de Hoz, representante de los sectores civiles de la dictadura, el plan prometía detener la inflación, atraer las inversiones extranjeras y promover el libre mercado, por lo que llamaron la atención con el aprecido del actual gobierno que promueve la misma línea económica.

«Entre 1976 y 1983, se cerraron 20.000 fábricas. La deuda externa se multiplicó por 6. La inflación durante el 1976 a 1983 fue del 200 % anual. Aumentó la pobreza, del 4,4% en 1975 al 37,4% en 1983. El porcentaje de hogares pobres sobre el total paso de 2,6% en 1974 a 25,3% por 1983. Y la desocupación se triplicó, pasando de 3% al 9%.
El FMI aprobó un Crédito Internacional de 110 millones de dólares el mismo día del Golpe, aun cuando las nuevas autoridades no habían sido reconocidas todavía por ningún país en el mundo. Se estatizó la deuda privada de más de 70 grandes Empresas. Entre ellas el Grupo Macri, Techint, Fiat, Ford, City Bank, IBM, Banco Francés, etc».

Y continuó ante la presencia de Aiola: «Señalamos con preocupación y alarma las medidas neoliberales que se están llevando adelante nuevamente en nuestro país desde 2015. Este plan económico parece una copia casi exacta de aquel».

«Volvemos a denunciar que los números y cuentas del modelo neoliberal no cierran, sino con represión. Asistimos nuevamente a episodios cada vez más frecuentes y violentos de represión al reclamo y la protesta. Además de ilegales procesos judiciales llevados adelante contra dirigentes de la oposición política y referentes sociales».

Y recordaron la complicidad de los medios de comunicación y el gobierno nacional para que muchos temas no tomen estado público: «En este sentido, no queremos dejar de mencionar la causa sobre una red de espionaje ilegal que nos está conmocionado, y el feroz ataque desde el Gobierno y los medios oficialistas al Juez Alejo Ramos Padilla a cargo de la misma. Nuestra solidaridad al mencionado Juez, a quien destacamos en su compromiso con los Derechos Humanos, y su apoyo como abogado a los ex combatientes en la causa por la identificación de los soldados sepultados en las Islas como NN».

Por último señalaron: «Es por todo esto que hoy volvemos a reafirmar el compromiso con la defensa de los Derechos Humanos. Derechos que el Estado debe garantizar: al trabajo digno, a la vivienda, a la educación, a la salud, al acceso a los bienes culturales, a libre expresión y protesta, entre los más elementales que hoy se encuentran vulnerados para gran parte de pueblo argentino».