Este martes el presidente de la Nación, Alberto Fernández, visitó la ciudad de Chivilcoy en la Cuarta Sección electoral donde recorrió la fábrica de calzado deportivo Bicontinentar que reabrió este 1 de mayo tras permanecer cerrada durante el gobierno de Mauricio Macri. Lo acompañaron Daniel Scioli, embajador argentino ante Brasil, el secretario de Industria, Ariel Schale y la precandidata a diputada nacional Constanza Alonso.

La empresa tiene la capacidad de producir 10 millones de pares de calzado por año y recientemente se anunciaron nuevos acuerdos de producción. En su discurso el presidente sostuvo que «la industria es el motor del desarrollo«.

«Esta es una industria que además emplea muchas mujeres y eso me pone muy contento porque tenemos que mejorar el empleo de las mujeres. Y además estoy muy contento porque la empresa pudo abrir sus puertas nuevamente», puntualizó el presidente.

«Lo que vivió esta empresa es lo que vivió la industria argentina entre 2016 y 2019, ni más ni menos, una Argentina que abrió importaciones indiscriminadamente y privó a los que invertían en la Argentina de seguir haciéndolo», agregó el presidente.

«Y el resultado fue el cierre, los despidos, mucha gente que se quedó en la calle”, añadió sobre el cierre que significó una gran cantidad de personas desempleadas.

Biocontinentar tiene dos líneas de montaje de 100 trabajadores que operan las marcas Joma, Diadora, Olympikus, Athix y próximamente Penalty y New Balance, y cuenta con las más altas calificaciones en materia de responsabilidad ambiental y social de América Latina.

«En 2015 tuvimos nuestra mejor performance y en 2018 nos quedamos sin pedidos porque había cambiado el marco de oportunidades para el desarrollo de nuestro negocio. Tuvimos que cerrar, eso es lo que nosotros llamamos darwinismo industrial, nos quedamos fuera del mercado pero acá está la industria liviana», indicó el dueño de la empresa, Juan Recce.

Scioli se reunió el 3 de agosto pasado en Brasil con el Presidente de la filial argentina de Penalty, Emerson Shiromaru.

Ahí, el directivo de Penalty manifestó la intención de la empresa (líder en fabricación de pelotas y botines) de retomar la producción de botines, interrumpida en 2018 por el cierre de su planta de Florencio Varela, debido a las políticas del gobierno anterior. Ahora, el objetivo es producir 15.000 pares en su nueva planta de Chivilcoy.