Las fuerzas de izquierda que se presentaron en Chacabuco hicieron una buena elección si se los mira en términos históricos. Como ellos mismos habían declarado, su intención primaria era superar los 500 votos que era el piso aproximado del 1,5% de votos sobre el total del padrón electoral que las PASO exigen a las fuerzas como condición para acceder a las generales.

La izquierda que, se presentó en dos opciones electorales, estaba representada por Emilio Almada y Enzo D’Ángelo.

 

Emilio Almada lo hacía por Izquierda al Frente por el Socialismo, la boleta que llevaba a Vilma Ripoll como candidata a Senadora por la provincia. Almada obtuvo 527 votos, lo que representa el 1,68% del total del padrón.

 

En tanto que D’Ángelo, que lideraba el cuerpo local de la boleta del Frente de Izquierda hizo una mejor performance que Almada, obteniendo 533 votos, apenas 6 más, que representaron el 1,70% del padrón.

La posibilidad de participar en las generales, que en Chacabuco no se daba para los partidos de izquierda, tiene además la importancia de poder acceder a los fondos de campaña que se distribuyen en base al electorado. Estos fondos sólo son percibidos por los partidos políticos que participan de las generales, ya que el cálculo de los fondos que corresponden se obtiene de la cantidad de votos percibidos en las generales.

FRENTE DE IZQUIERDA Y DE LOS TRABAJADORES 533 1,70%
IZQUIERDA AL FRENTE POR EL SOCIALISMO 527 1,68%