Este viernes asumió en Chile el nuevo presidente Gabriel Boric, electo en elecciones que ganó ampliamente en noviembre pasado. Boric es militante de Convergencia Social y exdirigente estudiantil llegó a ser electo como parte de un largo proceso que involucró a la crisis abierta en Chile en octubre de 2019.
Uno de los principales reclamos que representó Boric es la educativa, que conformó el núcleo del estallido social que se produjo. En carácter de representante formó parte de las negociaciones que se dieron en varias oportunidades con el gobierno del gobierno de Sebastián Piñeira, que ahora dejó el cargo de presidente y le entregó el mando.
En la ceremonia de posesión del cargo hubo unas 500 personas y generó gran expectativa regional por las reformas que Boric prometió encarar. Entre los presentes estuvieron el mandatario de Argentina, Alberto Fernández, el de Ecuador, Guillermo Lasso y la expresidenta de Brasil, Dilma Rousseff. También hubo otras figuras políticas, representantes de pueblos originarios y de la sociedad chilena.
La prensa destacó algunos gestos en el presidente de 36 años como fue el no utilizar corbata durante la ceremonia, lo que desencajó claramente con la vestimenta del resto de los presentes. De la misma manera evitó «jurar» frente a la constitución y se limitó a asumir el compromiso, esto obedecería a la posición de Boric con respecto al papel de la religión o la Iglesia católica.
“Sepan que vamos a dar lo mejor de nosotros para estar a la altura de los desafíos que tenemos como país”, dijo Boric una vez concluida la ceremonia. Por la tarde brindó un discurso desde la Plaza Constitución.
«Con ustedes es nuestro compromiso«
Boric comenzó su discurso diciendo que «llegamos aquí para entregarnos en cuerpo y alma para hacer mejor la vida de nuestro pueblo» y apuntó una serie de cuestiones prioritarias. Textualmente:
- personas mayores con pensiones que no les alcanza para vivir
- quienes se enferman y no tienen para costear tratamientos
- los estudiantes endeudados
- campesinos sin agua por sequía y por saqueo
- mujeres que cuidan a sus niños con TEA, a sus familiares postrados, a sus bebés indefensos
- familias que siguen buscando a sus detenidos desaparecidos, que no dejaremos de buscar
- disidencias y diversidad de género discriminados
- artistas que no pueden vivir de su trabajo
- dirigentas sociales que luchan por una vivienda digna
- pueblos originarios despojados de su tierra pero nunca de su historia
- quienes viven en la pobreza olvidada
Aclaró: «con ustedes es nuestro compromiso«.
«En Chile no sobra nadie»
El flamante presidente dijo «no nos olvidamos de donde venimos» en alusión a las movilizaciones que dieron origen al cambio político. Pidió a los ciudadanos que «se hagan parte del proceso» y «construyamos todos hacia un país que sea digno y justo. Dignidad, qué palabra tan linda«.
Se comprometió en el terreno de la salud a atender las consecuencias de la pandemia y adoptar políticas dirigidas a los trabajadores de la salud. Asimismo a potenciar la exitosa campaña de vacunación contra el covid del gobierno anterior.
En el terreno educativo anunció que hay que «volver a abrir las escuelas» con las medidas de seguridad pertinentes.
Pidió «recuperar la economía sin reproducir sus desigualdades estructurales» y en ese terreno «terminar con los abusos que han indignado a nuestro pueblo».
En términos de la seguridad, dijo que buscará «que aumente la efectividad de la investigación» y a la presencia narco dijo «los vamos a enfrentar con la comunidad».
Consideró que aún «necesitamos reparar las heridas que quedaron del estallido social» y «por eso el día de ayer hemos retirado las querellas por leyes de seguridad interior del estado» por las cuales muchos continúan presos por acciones políticas.
Boric, ante la multitud dijo «tenemos que volver a encontrarnos» y anunció que ante la crisis en el norte por la migración intervendrá decididamente pero reparó: «no olvidemos que son seres humanos».
En el sur el conflicto en la Araucanía con el pueblo mapuche que el gobierno reprimió hasta el momento dijo: los «mapuches son un pueblo que tiene derecho a existir» y «la solución no fue ni será la violencia«. Así explicó que la tarea será «reconstruir la confianza después de tantas décadas de abuso y despojo».
Con respecto a la asamblea constituyente dijo que apoyará la labor que realiza porque «necesitamos una constitución que nos una«, la cual «que a diferencia de la que fue impuesta a sangre y fuego por la dictadura nazca en democracia».
Por último dijo «en Chile no sobra nadie» y se despidió señalando «hoy era necesario hablar, mañana todos juntos a trabajar».