El comienzo del proceso electoral en Brasil marca a toda la región que vive con expectativa la posibilidad que Lula Da Silva asuma un tercer mandato ya que es el candidato con mayores intenciones. Este martes asumieron las nuevas autoridades en el Tribunal Superior Electoral lo que marca el principio del año electoral. La ceremonia celebrada reunió cara a cara a Jair Bolsonaro (actual presidente) y a su principal opositor, Luiz Inácio Lula da Silva. Ambos confrontaron seriamente en las horas previas.

Los sondeos y el pálpito aseguran que Lula ganaría las elecciones, pero no hay dudas que Bolsonaro logrará recortar la diferencia. El actual presidente es objeto de duras críticas por la gestión que lleva adelante caracterizada por el aumento de la violencia, la discriminación hacia mujeres, personas con discapacidad y los grupos étnicos. A esto se suma el mal manejo de la pandemia, una crisis económica incesante y ahora la inflación en los alimentos.

La asunción de las autoridades del TSE además contó con la presencia de la expresidenta Dilma Rousseff, quien fuera destituida mediante un proceso de revocación de mandato para lo cual fue clave su vicepresidente, Michel Temer, también presente en la ceremonia. Se considera que Temer traicionó Rousseff facilitando el proceso revocatorio, luego culminó con la llegada de Bolsonaro al poder.

Bolsonaro participó en medio de tensiones con este Tribunal ya que lanzó sospechas contra las urnas electrónicas y contra los jueces por una supuesta conspiración en su contra, lo que mereció que se abra una investigación. A su vez Bolsonaro amenazó con dar un golpe el 7 de septiembre, pero luego pidió disculpas.