Su dueño, al parecer, no calculó la profundidad del Vado de San Clemente, en Córdoba, cuando se lanzó a cruzarlo con una Ferrari F12 berlinetta que apenas tiene 10 centímetros de despeje del suelo.
Le entró agua al motor, lo ahogó y hasta se trabó la transmisión.
Fue necesaria la ayuda de una Toyota Hilux, para sacarlo del agua. Los escapes sacaban agua y las ruedas traseras quedaron totalmente bloqueadas.