En el último programa de Politikón por Babushka Rock 102.9, David Chiecchio entrevistó a Diego Genoud, quien es periodista, actualmente trabajando en Letrap.com, un portal de política, pero además fue uno de los que comenzó la revista Crisis, por allá en 2010. Uno de sus trabajos más trascendentes ha sido la biografía de Sergio Massa, publicada en 2015 por la editorial Sudamericana.
Genoud contó que la gestación del libro biográfico de Sergio Massa nació de una nota publicada en Crisis, en 2013, antes que Massa se lance como candidato y cuando aún formaba parte del kirchnerismo. En aquel momento, contó Genoud, «nadie lo criticaba mucho, porque la oposición esperaba que dé el salto, entonces no lo criticaba ni el oficialismo ni la oposición».
El libro salió en 2015 «cuando Massa ya no era esa amenaza para el kirchnerismo, pero a mí me dejó bastante conforme porque para mí es un libro que no se agota en la coyuntura sino que sirve para pensar a través de Massa algunas cuestiones de la Argentina, más allá del personaje».
Uno de los episodios que el libro de Genoud narra es la relación entre Jorge Bergoglio, actualmente Francisco, y el propio Sergio Masa. «La conversión de Bergoglio en Francisco coincidió con el lanzamiento a la política nacional de Massa, que en ese momento, luego de ganarle al kirchnerismo en la provincia de Buenos Aires era un personaje casi intocable para muchos. Había como mucha veneración por él de sectores de la oposición, de los empresarios, de los medios que todavía lo siguen tratando con algodones. En ese momento como figura política importante, además del kirchnerismo que era el espacio con el que él había cortado lanzas, la otra figura que lo cuestionaba, lo ninguneaba o lo devaluaba era Francisco, que nunca lo recibió. Él lo intentó a través de todos los medios que tuvo a su alcance, a través de todos los sectores. Francisco/Bergoglio es un personaje también muy vinculado a la política que tiene relación desde el sindicalismo hasta el empresariado hasta todos los sectores del peronismo. Massa también tiene vasos comunicantes con Francisco pero intentó pero no pudo. Hay un capítulo que cuenta eso, el título es ‘El falso profeta’ que es la frase con el que Bergoglio lo definió ante varios emisarios que envió Massa o entre figuras del peronismo de distinta extracción, de distinta inclinación ideológica, pero como que coincidía diciendo que por eso no lo iba a recibir, hay una frase en el Evangelio que alude a los falsos profetas, no es una cosa antojadiza, sino que hacía referencia a un pasaje de la Biblia”.
EL CONFLICTO ENTRE MASSA Y EL PAPA FRANCISCO
El origen del conflicto entre Massa y el Papa Francisco, Genoud lo sitúa en 2009, aunque aclara que hay varias diferencias: «en el 2009 siendo Jefe de Gabinete de desplazarlo a Bergoglio del Episcopado. Bergoglio en ese momento era una figura central de la política, también estamos hablando de después del conflicto con el campo, un momento de tensión social y política fuerte. Desde el kirchnerismo, sobre todo Néstor Kirchner, siempre lo vio a Bergoglio como un adversario político fuerte, como el organizador casi de la oposición. Y Massa, con esa velocidad que tiene para acoplarse a los deseos de los que mandan, cuando asume como Jefe de Gabinete intentó hacer una jugada para desplazarlo a Bergoglio, pero la anunció”.
El anuncio fue haber llevado a Jorge O’Reilly, un empresario de Tigre y miembro del Opus Dei, el ala más conservadora de la Iglesia. O’Reilly era un hombre sin experiencia política, y a través suyo Massa “intentó una jugada para desplazar a Bergoglio a través de otro Obispo, tratar de sacarlo a Bergoglio con un cargo hacia el Vaticano, pero no como Papa, sino un cargo menor en el Vaticano. Jugando con la línea más ortodoxa de la Iglesia, con la línea de Aguer, de Caselli, de Oscar Sarlinga, obispo de Zárate-Campana, todo un sector muy conservador. El kirchnerismo en su momento por un lado lo trataba a Bergoglio como el más conservador de la Iglesia, cosa que no era cierta, y por otro lado muchas veces tenía relaciones con esos sectores, con los más ultramontanos de la Iglesia. Paradójicamente o no, el kirchnerismo se llevaba bien con esos obispos. Entonces Massa también se acopló a eso y Bergoglio se enteró muy rápido de ese intento, más rápido de lo que hubiera querido Massa. Ese es uno de los orígenes que tiene la diferencia. Después hay otros, por ejemplo cuando Massa predica la mano dura, y habla de los chorros, de los vagos, no es ese el lenguaje de Francisco, sobre todo cuando tiene que ver con menores de edad, ahí hay una discusión fuerte sobre punitivismo donde la inclinación de Bergoglio es distinta a la de Rudolph Giuliani. Así que hay varias diferencias, pero nunca lo recibió. Recibió a casi todos los políticos de la argentina, empresarios, sindicalistas y son contados los que no recibió, uno es Sergio Massa».
UN PROCESO DE FORTALECIMIENTO ELECTORAL DE CAMBIEMOS
Otro tema de la entrevista fue la mirada sobre los resultados electorales de las primarias. Genoud, en un artículo publicado en LetraP planteó una lectura diferente sobre el resultado, que aquí profundizó. «Cambiemos ganó por la cantidad de votos que sacó en esta elección, que son, a nivel nacional, 3 millones de votos más, sacó 700 mil votos más en la provincia de Buenos Aires. Es decir me parece que creció en todo el país, en la provincia de Buenos Aires gobierna 69 municipios y ganó en 101/102, es decir se expandió desde todos los puntos de vista, le disputó el poder a todas las variantes del peronismo”, afirma.
“No es que sólo le ganó al kirchnerismo, o le hizo una buena elección al kirchnerismo en la provincia de Buenos Aires, sino que le ganó a Schiaretti, le ganó a Verna (La Pampa), le ganó en Neuquén al Movimiento Popular Neuquino, en San Luis… Marcó un quiebre total. Hay gobiernos o espacios políticos que ganan elecciones hace tres décadas en distintas provincias y Cambiemos les ganó en esta elección”.
Estos datos son los que para Genoud deberían prevalecer a la hora de analizar las PASO, más allá que es posible que Cristina ganara en la provincia de Buenos Aires. “Para mí es un detalle si ganó por 10 mil votos, por 50 mil votos. Es un detalle porque todos esperábamos que Cristina, o por lo menos así lo decían las encuestas y los análisis previos, incluso los empresarios, los mercados, la suba del dólar, todo el mundo estaba esperando una victoria de Cristina Kirchner por 3, 4, 5 puntos o más. Eso no sucedió. Esa es la primer gran novedad”, sostiene.
La segunda novedad está constituida porque este triunfo confirmaría que el proceso que comenzó en 2015 con el triunfo de Cambiemos continúa. Si pese a que el gobierno tiene una economía muy planchada que en lugares como el conurbano golpea muy fuerte, hay que interpretar entonces de otra manera la cantidad de votos que Cambiemos obtuvo. “Me parece que lo de 2015 no fue algo fortuito, algo casual, sino que expresa raíces más sólidas. Lo que expresa es el antiperonismo. En parte es el hartazgo con respecto al peronismo en la provincia de Buenos Aires, a nivel nacional. No sólo al kirchnerismo. Es la oposición al kirchnerismo, obviamente, porque el kirchnerismo expresó en los últimos 12 años una variante del peronismo, pero si vos indagás en los votantes de Cambiemos te van a hacer una crítica más profunda, te van a hablar del kirchnerismo mal pero te van a hablar mal además del peronismo. El kirchnerismo como último capítulo de un peronismo que viene gobernando la Argentina, prácticamente, desde que volvió la democracia, desde el 87 para acá con algún breve interregno. Me parece que Cambiemos expresa eso, el macrismo expresa eso, el radicalismo en menor medida, pero expresa a esos sectores que estaban huérfanos de referencia política. Por eso creo que no es un dato menor, que no se puede minimizar y que incluso si Cristina Kirchner gana en la provincia de Buenos Aires, en octubre incluso, hay un proceso que es indisimulable, que no se puede negar, de fortalecimiento electoral, de fortaleza social de Cambiemos».
LAS CUESTIONES QUE NO PODÍA RESOLVER, EL KIRCHNERISMO LAS NEGABA
Con respecto a cómo se para el kirchnerismo frente a Cambiemos y por qué no logra una estrategia efectiva, Genoud contesta “me parece que la dificultad es lo que hicieron en el poder y cómo hablaron de lo que hicieron en el poder. Yo creo que el kircherismo tuvo méritos innegables. Se puede discutir, se puede hablar largamente de lo que representó el kirchnerismo como proyecto político desde que volvió la democracia, compararlo con otros, ver continuidades y rupturas, pero sin dudas tuvo méritos. Y además esto que digo de Cambiemos también lo tuvo el kirchnerismo, encarnó en una mayoría social, construyó una mayoría social. Pero al mismo tiempo fue construyendo una oposición muy grande, la fue construyendo en la manera de gobernar, de confrontar y de negar hasta lo evidente en las cuestiones donde hacía aguas. Las cuestiones que no podía resolver, el kirchnerismo las negaba. Eso tiene raíces muy profundas en los opositores al kirchnerismo, o sea, esta idea de la mentira, de la corrupción, de lo trucho de ‘no te creo nada si sos kirchnerista’. Todo eso por un lado construyó una feligresía oficialista durante los años del kirchnerismo, pero también construyó la herejía, digamos de alguna manera. Construyó una bronca social muy fuerte con respecto al kirchnerismo y eso encarnó en Macri, en Cambiemos, en esta nueva fuerza. El hecho de que Aníbal Fernández decía tenemos menos pobreza que Alemania, eso que puede ser una anécdota para mí no es una anécdota. Son puntos débiles en la construcción de un relato que obviamente hablaba en nombre de los sectores populares”.
“De alguna manera atentó contra su propia base el kirchnerismo, contra algunos sectores y les dio argumentos muy fuertes a la oposición, creo que más que el tema de la corrupción. Creo que no es el eje de la crítica al kirchnerismo la corrupción. Aunque sea lo que más laburen los medios y la oposición. Me parece que más que nada tiene que ver con la economía, que en un momento fue una economía que creó empleo donde se pudo consumir, se pudo tener ingresos por encima de la inflación, y en un momento ya no. Esto es parte de la discusión, pero vos hablás hoy con gente del kirchnerismo y dicen ‘crecimos hasta el último minuto’, ‘no hubo inflación’, bueno yo eso no lo comparto y hay gran parte de la población que no lo comparte. Sabe que la creación de empleo fueron los primeros cinco años y después ya fue capear el temporal. La economía tenía problemas y que tenía gente que se caía del mapa más allá de que recibía la asignación universal, que también la sigue recibiendo con el macrismo. Los problemas del kirchnerismo andan por ahí, de no haber dicho ‘no hablamos de estos temas y eran temas importantes’, ‘no supimos cómo abordarlo’. Más que no saber fue una negación de algunos problemas y eso terminó atentando contra la legitimidad, obviamente decir que no hay inflación, que la inflación era del 5 cuando las paritarias eran del 20 o del 25, que Moreno lo sigue diciendo cuando da entrevistas en la tele, eso me parece que es herir la credibilidad del propio proyecto que se construyó. Pienso que eso en algún punto le sigue jugando en contra y hay sectores de la sociedad que no se van a reconciliar. Ni hablar del campo. Pero digo, incluso los sectores hasta beneficiados por el kirchnerismo empezaron a dudar de la palabra oficial. Eso pienso que tiene un costo, son una serie de factores los que llevaron a esa derrota, pero la economía está en la base y una economía que tenía problemas decir que estaba viento en popa me parece que terminó jugándole en contra al propio proyecto del kirchnerismo”.
AL KIRCHNERISMO SE LE COMPLICÓ PARA HABLARLE A LA GENTE
Considerando los problemas que el kirchnerismo tuvo en términos económicos en el gobierno, Genoud sostiene que «no tenía una salida económica para ofrecer a la sociedad y al país”. Y recuerda que “Scioli tenía pensado poner en economía los propios referentes que ahora están respaldando a Macri: Bein y Blejer”, quienes hoy es sabido “son los principales defensores del gobierno de Macri”.
En la visión de Genoud no se trata sólo de los problemas económicos, sino de cómo fueron presentados a la sociedad. “Hay muchos problemas que tiene la economía que no dependen de una persona pero sí creo que hubo un límite que no se pudo nombrar directamente, como que el kirchnerismo tuvo esa incapacidad de nombrar algunos problemas, hablarle a la sociedad y decirle ‘acá hay un tema’. Más allá de que ha sido demonizado y que hay otros sectores que juegan y que son los que hoy disfrutan con Cambiemos. A sus propios votantes o a la sociedad se les complicó para hablarles de algunas limitaciones fuertes y hacer como que no existían. Creo que hubo dificultades y eso fue lo que fue construyendo esa mayoría social que tiene mucho de ideológica pero que también tienen de política porque si vos te ponés a pensar dónde están los votantes de Cambiemos seguro están en la clase alta, en la clase media alta, pero también están en los sectores populares”.