En el día de ayer fue recibido por el Intendente Aiola, Juan Manuel Albornoz quien fuera el denunciante en 2009 de un supuesto caso de corrupción en las arcas municipales. La denuncia original fue contra ex funcionarios municipales y empresarios privados que durante aquel gobierno habrían cometido un supuesto fraude al Estado Municipal de casi $2.800.000 pesos, debido a compras de insumos como cubiertas, combustibles, etc.
La denuncia de Albornoz indicaba que las compras a la empresa que figuraba él como titular eran en verdad a título de una «empresa fantasma», quien en su momento dijo no haber estado enterado de que se utilizaban su nombre para estos negocios y responsabilizó a quien era su patrón, dueño de la gomería donde él trabajaba. También señaló un hecho curioso: todos los viernes era enviado al Municipio a retirar cheques que luego cobraba en el Banco Provincia. Esos mismos días, por la tarde, llegaban a la gomería funcionarios municipales,presuntamente, para repartirse el dinero cobrado horas antes.
Esta causa recayó en la fiscalía de Roberto Rodriguez, que meses después la desestimó y al Consejo Deliberante donde se rechazó la formación de una comisión investigadora, tras comprobantes presentados por dichos funcionarios donde aclaraba que Albornoz era proveedor municipal desde el 26 de septiembre del 2006, pagando tasas de seguridad e higiene, y presentando además un contrato de locación con firma del escribano público entre otras pruebas.
La realidad es que la causa vuelve hoy al ruedo de la mano del denunciante y con los auspicios de Aiola, habrá que ver si es que puede ser reflotada. Lo cierto es que para agregarle leña al fuego Albornoz ha denunciado amenazas, por lo que se le ofreció protección policial, y además señaló que debido a aquella situación se le dificulta para conseguir trabajo.