La querella de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner pidió hoy ampliar las indagatorias de Fernando Sabag Montiel, Brenda Uliarte y Gabriel Carrizo, integrantes de los «copitos». Además, ante la nueva evidencia surgida en el marco de la causa, pidió que se los procese por asociación ilícita.

Durante esta tarde CFK dio a conocer a través de su twitter un mensaje recuperado del teléfono de Carrizo, que dice: «Recién intentamos matar a Cristina». La vicepresidenta tuitéo: «El mensaje que estás viendo surge de la pericia al teléfono celular de Gabriel Carrizo, el tercer detenido por el intento de asesinato en la puerta de mi casa. Las conversaciones que mantuvo esa misma noche con sus contactos, prueban su rol como coautor.«

Tweet compartido por CFK, que prueba que Carrizo se encuentra más vinculado de lo que se creía con el intento de homicidio.

No es solamente ese mensaje el que las pericias sobre el teléfono de Carrizo pudieron recuperar. Aparece todo un hilo de conversación con un contacto agendado como «Kevin Bargas 2», en el que puede leerse que el jefe de los «copitos» (era el dueño de la venta de copos de nieve, donde trabajaban Sabag Montiel y Uliarte) afirma en una seguidilla de mensajes de whatsapp:

Recién intentamos matar a Cristina» (23: 17 hs.)

-«Mi empleado» (23:17 hs.)

-«Le quiso disparar» (23:17 hs.)

-«Va a ir preso» (23:17 hs.)

-«El arma es mía amigo» (23:18 hs.)

-«Te lo juro por dios» (23:18 hs.)

-«Estamos con el grupo» (23:18 hs.)

-«Todos juntos» (23:18 hs.)

De este intercambio se infiere, sin ninguna dificultad, que Sabag Montiel mantenía una relación de «empleado» con Carrizo, que el arma le pertenecía y que son parte de un grupo, respecto del cual manifestó su apoyo luego de consumado el intento de magnicidio.

Estos mensajes no le fueron trasladados como elementos de prueba a Carrizo durante su primera indagatoria por Capuchetti. Esto implica una ampliación de su declaración y la imputación de nuevas figuras penales, como la de coautor del homicidio en el marco de una asociación ilícita con Montiel y Uliarte para cometer el crimen. Así lo entendieron los abogados José Manuel Ubeira y Marcos Aldazábal, apoderados legales de la vicepresidenta.

A estos mensajes de Carrizo se suman otros que también fueron recuperados de su celular por los peritos, que fueron puestos de manifiesto por la querella de CFK a la que accedió la agencia Télam. Los mismos son escalofriantes: «Recordá esta fecha», «Esta hdp (sic) ya está muerta», «No sabés que hicimos con esto», «Generar miedo», «Para que el gobierno sepa con quienes se están metiendo», son algunos de los mensajes hasta ahora desconocidos y enviados desde el celular del jefe de los copitos.

La querella de Cristina Fernández apunta cada vez más firmeza contra la jueza Capuchetti, por su «nula iniciativa» en la investigación. Dependerá de Capuchetti si acepta ampliar las indagarorias y los tipos penales por los cuales están imputados y arrestados los copitos. Las medidas fueron solicitados por los abogados de CFK con carácter «urgente», ya que las amenazas de Carrizo, que recién hoy pueden valorarse en su cabal dimensión, no dejan margen para la duda: «Es un golpe que le dimos al gobierno» y «esto se va a poner peor», se jactó Carrizo en la mañana del 2 de septiembre, horas después del intento de magnicidio.

Los letrados de la vicepresidenta entienden que cada vez son más cuantiosas las negligencias e impericias de la jueza Capuchetti. No solo le han reclamado la reconfiguración penal de las acusaciones contra los copitos y la ampliación de sus respectivas declaraciones indagatorias, sino que también la han intimado para que profundice la investigación de pistas veraces que ha dejado de lado, como las conocidas como «Casablanca» y «Carrol». La pista «Casablanca» es aquella que busca determinar si el diputado nacional de Juntos por el Cambios Gerardo Milman hizo referencias al atentado antes de que se produjera, como lo denunció un testigo que dijo haberlo escuchado en el bar que lleva el nombre de la pista en las inmediaciones del congreso nacional; mientras que la pista «Carrol» es la que se inició luego de que Sabag Montiel pidiera por carta que Hernán Carrol, de la Nueva Centro Derecha, le designara un abogado.

Otro punto álgido que los abogados de Cristina Fernández le reclaman a Capuchetti es que no haya querido investigar la posible influencia de la organización conocida como Revolución Federal en el intento de asesinato contra la Vicepresidenta. «Cada vez hay más vínculos entre Revolución Federal y Uliarte, que parece haber estado, como mínimo, en dos marchas de esta agrupación (a las que, según su fundador, solo iban cuarenta personas). Además, sabemos que Jonathan Morel (su fundador) adelantó por Twitter, exactamente, la misma mecánica de ataque que ejecutó Sabag Montiel», sostuvo la querella en su recusación a Capuchetti. Cabe recordar que los integrantes de Revolución Federal que se encontraban detenidos fueron excarcelados por el tribunal que integran Bruglia, Bertuzzi y Llorens, de probada cercanía con el macrismo.

Esto coloca a Capuchetti en un lugar que, como refirió días pasado Cristina Fernádez, hace «insostenible» que siga al frente de la investigación, la cual, se evidencia que no realiza o que lo hace con una morosidad que la vuelve dilatoria de la probanza efectiva de una posible asociación ilícita, es decir, una conspiración, para asesinar a CFK.