Pese a que durante las fiestas se realizó con intensidad una campaña para desalentar el uso de pirotecnia bajo el lema «Menos luces, menos ruidos», parece que el sentimiento de empatía no acompañó al espíritu de muchos chacabuquenses que utilizaron petardos, cohetes y fuegos artificiales para celebrar el año nuevo.
Aunque de la campaña también participó el municipio, la realidad es que la ordenanza aprobada por Cambiemos en 2017 no prohíbe la pirotecnia, sino que regula qué tipo de cohetes se encuentran habilitados.
Según informaron a La Posta vecinos de diferentes puntos de la ciudad, en el radio céntrico fue donde mayor cantidad de detonaciones se percibieron de grandes escalas.
La campaña se había basado en un pedido de sensibilidad hacia los niños con Trastornos del Espectro Autista que sufren de hipersensibilidad sonora. Así también se había pedido por los animales que aturdidos y desorientados tienden a extraviarse.
Las detonaciones de fuegos de artificios que se escucharon el 1 de enero en los primeros minutos evidentemente son de compra ilegal o adquiridos en otras ciudades vecinas, pues en Chacabuco la misma ordenanza prohíbe la comercialización de esos productos pirotécnico.