La elección general se convirtió en un ballotage sin serlo. La polarización entre el gobierno y el frente de Todos terminó por hacer que los votantes redirijan su voto con criterio de utilidad. ¿Para qué darle un voto a Lavagna si no ganará?

Esta idea de ballotage se impuso también en cada distrito pero de manera diferente. En distritos del interior bonaerense, más pequeños y donde la relación entre gobierno y gobernantes es más directa, esto llevó a una contienda política diferenciada: una a nivel nacional y provincial y otra a nivel local.

El gobierno nacional y provincial no tenían chances de remontar la elección, como quedó demostrado, por lo que los intendentes de Juntos Por el Cambio que buscaban revalidar su mandato decidieron instrumentar el corte de boleta.

Esta situación dio origen a numerosos desencuentros: ¿es legítimo candidatearse por un partido y alentar el corte de boleta por otro? No importó. Al fin y al cabo lo que cuenta es el poder.

Así hubo dos ballotages: uno a nivel provincial y nacional, y otro para las localidades. Lo que dio origen a resultados diversos en la provincia, y principalmente en la Cuarta Sección, donde tanto Macri como Vidal ganaron por escaso margen.

A nivel seccional, en 18 de los 19 distritos ningún intendente perdió ni cambió el signo político de gobierno. El único caso fue Carlos Casares, donde Todos le arrebató la intendencia al candidato de Cambiemos.

Kicillof y Ferrnández también perdieron en la mayoría de los distritos, excepto en los que gobernaba el peronismo. En Bragado solo ganó Alberto, Kicillof perdió y el intendente de Cambiemos fue reelecto.

En los únicos dos lugares de la sección donde no gobernaba el peronismo y sin embargo ganaron Kicillof y Fernández fueron Chacabuco y Chivilcoy. Pero Chacabuco se convirtió en el único lugar donde gobernando un intendente de Juntos por el Cambio y habiendo perdido Todos en la categoría local se llevó el triunfo tanto a gobernador como presidente.

En Pehuajó, Carlos Casares y Alberti los candidatos de Todos fueron reelectos, allí también ganaron Fernández y Kicillof. En otros distritos donde triunfó Todos ya gobernaba un intendente del mismo signo: pasó así en General Pinto e Hipólito Yrigoyen.