El establecimiento que aloja a la Escuela Primaria 4 y el Instituto de Formación Docente y Técnica 67 recientemente fue motivo de queja de algunos padres que según dijeron, habían sido informados que en todo el año no se solucionaría el desperfecto que compromete a la calefacción.
Horas después, el secretario de Gobierno Ignacio Orsini confirmó a Radio Líder que el equipo había sido comprado y el inconveniente, por el que los niños pasaron un invierno crudo en 2018, ya estaba solucionado.
Para conocer los detalles de las gestiones realizadas, La Posta consultó a la arquitecta y consejera escolar por Cambiemos, Patricia Colacilli quien informó que el equipo ya fue comprado mediante una licitación a la que se presentó un solo oferente, y que culminó en una adjudicación directa.
«Evidentemente venía con un desgaste»
En principio, Colacilli aclaró que el sistema de calefacción del edificio educativo de San Luis y Cervantes no funciona con caldera, sino por ventilación. «Es un equipo de hace mucho tiempo y está armado por dos equipos más chicos, porque hay que llegar a tener ochenta mil kilocalorías para calefaccionar», dijo sobre la gran capacidad del equipo.
El equipo se descompuso tras un corte de energía. Una vez solucionado «el ventilador no comenzó a funcionar por lo que se sobrecalentó la chapa y comenzó a largar humo. Ahí es donde se realizó la evacuación, pero no hubo fuego ni fuga como se dijo», contó Colacilli sobre un episodio que causó alarma en la institución y obligó a concurrir a los Bomberos Voluntarios.
«Se mandó a un electricista que cortó la energía de la caldera y a partir de ahí se empezaron a hacer distintos arreglos para que eso no volviera a suceder, pero el equipo nunca volvió a funcionar bien. Evidentemente venía con algún desgaste», explicó.
Compra del equipo
La consejera también explicó sobre las dificultades administrativas para la licitación que culminó siendo una adjudicación directa: «En agosto nos informaron que ese equipo no funcionaba más, por lo que el Consejo solicitó un permiso para hacer la compra del nuevo equipo. Conseguimos la autorización y una parte del dinero pero no podía ser utilizado para la compra de un bien de capital, por lo tanto no lo podíamos comprar».
Como no se pudo, la compra se planteó por el Fondo Educativo, un monto de dinero que el municipio recibe únicamente para realizar obras y mejoras: «Primero había que conseguir esos equipos, en ese momento conseguimos cotizaciones de Junin, Chivilcoy, San Andrés de Giles y cuando llevamos los valores tuvimos que hacer la aclaración de que debían ser pesificados+IVA. Nos volvieron a presentar esos valores y por una cuestión del Tribunal de Cuentas, nos dijeron que no se podían hacer las compras si no había un concurso de precios«, es decir un proceso de licitación que marca la ley para brindar transparencia al proceso de compra.
«Se comenzó a armar todo el pliego correspondiente, tal es así que tenemos cotizaciones de noviembre, diciembre y enero. En febrero se decidió que la compra debía ser por un concurso de precios. Se llevaron las invitaciones y se hicieron firmar para que la documentación fuera acorde a lo que rigen las normativas del municipio», siguió Colacilli.
«Hay dos empresas que deciden no cotizar ni pasar presupuesto y una sola dice que va a mantener los valores y es a quien se le hizo el decreto de adjudicación», aclaró sobre la forma en que se ejecutó la compra.
«Como Consejo decidimos no salir (a informar) hasta que el municipio no nos confirmara que ya estaba todo especificado. Cuando nos avisaron que estaba todo, nos permitieron hacer la compra por contratación directa porque ya habíamos barrido todas las posibilidades. El día jueves nos comunicaron que estaba hecha la adjudicación a la empresa de Chivilcoy, aprobado el decreto y firmado. Por lo tanto ya fue emanada la orden de compra, hablamos nosotros también con la gente que nos proveía los equipos para quedarnos tranquilos de que era así. El problema es que uno de los equipos estaba en depósito y el otro estaba ingresando. Son dos equipos, uno de cincuenta mil kilocalorías y otro de treinta y seis mil», dijo en diálogo con La Posta.
«En el mes de abril tiene que estar solucionado»
Sobre cuándo entrará en funcionamiento el equipo, la consejera explicó que aún resta el proceso de instalación que se costeará en parte por el Fondo Educativo y en parte con fondos del Consejo Escolar. Sobre el proceso de colocación informó que no molestará al trabajo de la institución por los beneficios del espacio donde deberá trabajar el personal que instale los equipos.
El proceso demorará unos quince días, estimó la consejera quien agregó que «en el mes de abril ya tiene que estar solucionado«.
«A partir de la semana que viene comienza el recorrido por las escuelas, así como lo hicimos en su momento, los consejeros volvemos a ir a las escuelas. Estamos atrás de todos los establecimientos. Si a fin de abril terminamos con la etapa de los calefactores, comenzamos con los tanques de agua otra vez«, finalizó Colacilli.