Hay dos series muy recomendables para adolescentes (también disponibles en Netflix), ambas calificadas como +16.

Se trata de Derry Girls y de Please Like Me. Son tan buenas, despiertas y entretenidas que trascienden a los jóvenes despertando al pibe que los adultos tienen adentro, por esto también es una buena serie: reúne a los adolescentes, y reírse con ella.

Derry Girls tiene, como toda serie del estilo, un grupo de amigas: Erin es la protagonista, su prima (Orla), su mejor amiga, la malhablada y problemática Michelle, y el primo de ésta, James, que atravesará un inicial conflicto por ser el único hombre.

Ambientada en Irlanda del Norte en la década de 1990, retrata en el ambiente y los argumentos los conflictos que vivía el país de aquella época con total sentido del humor. El espectador que ignore los eventos históricos pues comprenderá lo mismo, porque la serie es una bola de humor.

La experiencia de vida, la desilusión, el desencuentro, la diversidad y la sexualidad desde todo punto de vista son abordados por la serie, que incorpora todo eso de una manera natural, nos hace morir de risa y cuando quieres acordar no solo te duele la panza de reírte, sino que se ha terminado la primera temporada. Lo bueno es que son tres temporadas, la última recientemente incorporada.

En Please Like Me el protagonista (interpretado por el comediante australiano Josh Tomas) es abandonado por su novia, que cree que es homosexual. Lo es, y quiere seducirlo Geoffrey, el compañero del trabajo de su amigo. Es el periplo de Josh para asumir su identidad, y a la vez una forma diferente de mirar el mundo y la felicidad que incluye a su madre que necesitará acompañamiento luego de un intento de suicidio.

Una comedia dramática, donde los hechos que suceden muchas veces no tienen un costado gracioso. La serie está muy bien planteada y ha sido todo un éxito en Australia.

Si bien estas dos series no son las únicas en las que se aborda la adolescencia y contenidos de Educación Sexual Integral, sí se evitan los nocivos estereotipos, y en eso sí se destacan por ser unas de las pocas.

Muy recomendadas, diversión asegurada y compromiso con un cine diferente.