Las ventas en los supermercados medidas en cantidades terminaron en octubre un 0,1 por ciento por debajo de la marca del mismo mes del año pasado, con lo cual cortan una breve racha de dos meses consecutivos con incrementos interanuales, informó ayer el Indec.
Lácteos, verduras y frutas fueron los productos de consumo masivo que mayor retracción experimentaron, mientras que bebidas e indumentaria tuvieron mejor desempeño que el promedio. Las consultoras especializadas adelantaron que con todo el viento a favor el consumo masivo este año cerraría en el mismo nivel que en 2016.
Los datos de ventas del consumo masivo, además de reflejar la situación sectorial sirven de termómetro para medir la evolución del poder adquisitivo.
Con la caída del salario real, el año pasado la merma del consumo masivo fue del 4 por ciento medida en cantidades. Al mismo tiempo, se redujo el tamaño de las compras, con lo cual perdieron más que la media los formatos grandes como los hipermercados en favor de las superficies pequeñas. También ganaron participación los mayoristas y las segundas y terceras marcas por sobre las primeras.
Juan Manuel Primbas, experto de la consultora Kantar Worldpanel, expresó “El consumidor se maneja con un criterio de conveniencia extrema”.
Si bien este año el salario recuperó alguna posición, no logró superar la pérdida de 2016.
Para Kantar, “el consumo está mejor aunque todavía se encuentra lejos de una instancia de recuperación. El escenario más optimista es que este año el consumo termine sin crecimiento”.
Otra variable que puede jugar para explicar el declive de fin de año es el resguardo de los consumidores ante los gastos de las vacaciones y el adelanto de las compras ante las promociones de noviembre, especulan en el sector.
De todas formas, la principal variable que explica la marcha de las ventas es la endeble situación del poder adquisitivo.