La Cámara de Comercio e Industria de Chacabuco publicó el fin de semana una solicitada en la que además de exigir a la AFIP mejores posibilidades de pago a las Pymes, realizó una dura descripción de la situación de las empresas locales, provinciales y nacionales.

La institución, calificó la actualidad como momento «complicado», en el que «el sector comercial e industrial está en CRISIS». Además de enumerar los duros índices que indican la paupérrima situación que atraviesan, como el valor de las tarifas energéticas, la «distorsión de las cargas sociales» de los empleados, la caída de las ventas…, la Cámara senaló los altos costos fiscales.

Otro punto fue las tasas de interés, hoy por las nubes debido a la descompensación monetaria. Esto arroja, explicaron una merma de rentabilidad y la imposbilidad de trasladar a precio los aumentos.

Y describieron la cadena de males que la situación produce: «cada día vemos cómo comerciantes y PyMES dejan de pagar impuestos o cargas sociales, no pudiendo cubrir cheques emitidos y viéndose obligados a interrumpir la cadena de pagos, agudizando aún más la situación y generando un efecto multiplicador NEGATIVO».

Sobre la industria señalaron el crecimiento de la capacidad ociosa, e hicieron especial hincapié en los financiamientos y la forma en que AFIP sigue cobrando impuestos como si nada pasara.

«No hay tolerancia, a pesar de la crisis«, dijeron sobre la actitud de la AFIP y reclamaron al gobierno que esas instancias actúen ante la situación crítica: «Solicitamos, exigimos, a AFIP, planes de pagos, y tasas ‘racionales’ que se adecuen al contexto adverso de una economía ampliamente recesiva».


Publicación pedida:

Se están viviendo momentos complicados, donde que el sector Comercial e Industrial está en CRISIS. Por un lado, las caídas en las ventas, el alto costo laboral distorsionado por las cargas sociales, elevados gastos fijos, aumento desmedido de energía eléctrica, gas y combustible, sumado a esto, la altísima tasa de interés, que quita toda posibilidad de financiamiento para capital de trabajo, diluyendo las rentabilidades de las empresas y quitando toda posibilidad de invertir, innovar y crecer, aumento de las importaciones, merma de rentabilidad ante la imposibilidad de trasladar los aumentos a precios, y disminución de la producción Pyme, incrementando su capacidad ociosa, ponen en riesgo la continuidad de nuestras pymes.

Dada esta situación, cada día vemos cómo comerciantes y PyMES dejan de pagar impuestos o cargas sociales, no pudiendo cubrir cheques emitidos y viéndose obligados a interrumpir la cadena de pagos, agudizando aún más la situación y generando un efecto multiplicador NEGATIVO, que en muchos casos, deriva en el quiebre de la industria o comercio.

A nivel regional la situación no puede ser más compleja para nuestro sector comercial e industrial. Por un lado, observamos comercios que han cerrado sus persianas de forma definitiva, y por otro lado notamos que esto ha generado, en varios sectores, el desplazamiento hacia sistemas de comercialización informales, como ser las ventas online no registradas, o directamente hacia la venta en hogares particulares, en franca competencia desleal con el comercio debidamente habilitado.

En cuanto a nuestra industria nacional, el cierre de fábricas, suspensiones, retiros voluntarios, despidos y el incremento de la capacidad ociosa instalada es una dolorosa realidad que están afrontando en soledad nuestros industriales.

Una de los mayores problemas que sostienen las PyMES es en relación a la AFIP y su ferocidad fiscal frente a quienes estando registrados, no pueden cumplir en tiempo y forma. No hay tolerancia, a pesar de la crisis.

Las PyMES no dejan de pagar sus impuestos para especular en el mercado de capitales o para inmovilizar fondos en un plazo fijo, dejan de pagar impuestos para pagar gastos operativos, sueldos, mercaderías, dejan de pagar impuestos para no reducir su planta laboral, «para sobrevivir un mes mas».

La voluntad de las PyMES es pagar los impuestos, muchas veces a costa de descapitalizarse, vendiendo algún bien, o tomando créditos bancarios a tasas impensadas, exponiéndose a graves problemas de pagos de las obligaciones bancarias si la economía no «levanta».

AFIP y Arba envían sus inspectores, intiman a través de sus abogados, y ofrecen planes de pago con cuotas no suficientes y tasas extravagantes, como si estuviésemos en el mejor momento, cuando la realidad describe que las PyMES apenas sobreviven….

La única forma de sobrevivir en el corto plazo y contribuir al crecimiento futuro de este país es el firme apoyo de todas las entidades públicas Nacionales y Provinciales a las que aportamos y rendimos cuentas.

Solicitamos, exigimos, a AFIP, planes de pagos, y tasas «racionales» que se adecuen al contexto adverso de una economía ampliamente recesiva.

CAMARA DE COMERCIO E INDUSTRIA DE CHACABUCO.